Se reunió con productores porcinos de la Región.
-Estuvimos con los productores porcinos, uno de los sectores donde Argentina debe ser un jugador internacional importante, tenemos todo para serlo. La genética, los productores, es uno de los sectores que mejor transforma el cereal que Argentina produce en proteína y hoy está pasando un momento difícil. No solo porque los costos le han aumentado en dólares, producto del retraso cambiario y de los aumentos de los costos internos, sino porque tienen señales complicadas del Gobierno nacional, donde hoy le está abriendo la importación a Estados Unidos, donde tenemos el riesgos de traer pestes que la Argentina no tiene, lo cual le dificultaría crecer en el mundo y están desorbitados, con ganas de bajar los brazos.
Lo mismo nos pasa en el sector lácteo, en todo el sector del interior del país, en las economías regionales, que son el camino que Argentina tiene que recorrer para cambiar la matriz productiva y que le permita de una vez por todas salir de estas crisis permanentes que cada diez u ocho años nos encontramos precisamente porque no podemos agregar valor a nuestra economía y lo que nos ingresa por todo lo que le vendemos al mundo no nos alcanza para lo que le tenemos que comprar al mundo.
-¿Cuál es el panorama actual con respecto a la producción?
-Claramente podemos ver la foto de estos últimos meses, donde tenemos sectores donde uno diría que hay una luz de brotes verdes, pero no son sustentables. Hoy en la Argentina tenemos sectores como el campo, que nosotros compartíamos el hecho de la quita de retenciones, lo cual permitió tener un arranque importante. Lo que vemos es que mes a mes los costos siguen subiendo, mientras que los precios de venta están haciendo perder esa ventaja inicial que tuvo el campo. Falta un plan económico para agregar valor, y yo creo que en este gobierno más que un programa económico ha habido un plan para la deuda.
Hasta ahora la Argentina ha logrado esta estabilidad, esta foto en apariencia mejor pero que es a fuerza de un gran endeudamiento, mientras que la Argentina productiva, la que tiene que generar los dólares para después pagar esa deuda, hoy está pasando dificultades. La balanza comercial es negativa.
-¿Qué riesgo implica este desfasaje?
-Un país que le ha dado tanta importancia a la bicicleta financiera, que significa un retraso del tipo de cambio, suba de la tasa de interés y por otro lado apertura irrestricta al ingreso y egreso de capitales, cuando esas tres cosas se juntan a la Argentina productiva le va mal.
Mientras nos presten plata uno puede mantener este esquema, pero no es sustentable. Un país que, cuando la tasa en el mundo es del 1% anual, le reconoce a la especulación financiera 27% anual en dólares, no es sustentable. Uno lo puede hacer esto uno o dos meses para lograr un equilibrio, pero ya llevamos más de un año.
Hoy la Argentina está exportando a 400 dólares la tonelada. Está importando a 1600. Argentina está exportando a razón de 10 mil millones de dólares menos por año que Chile. Hoy decía Mario Meoni, la región tiene molinos harineros, tiene el trigo que se produce en la región, cómo podemos entender que en los supermercados de la región los fideos que consumimos sean uruguayos o italianos. Si la Argentina sigue con este esquema que exporta trigo para importar fideos, que exporta maíz para importar cerdo de Dinamarca o Brasil, que exporta cuero para importar zapatos, está muy claro, no hace falta ser un economista. Este modelo cierra de dos formas, o exportando 20 millones de argentinos, porque para 40 no alcanza, o aceptando que la Argentina va a ser un modelo que va a salir al mundo a ofrecer como ventajas salarios bajos. Por eso nosotros estamos en las antípodas.
Basta del susto, acá no hay que votar por susto. Hay que entender que hace falta un país que genere riqueza, que salga de este esquema de primarización de la economía, porque no vamos a permitir que entren al consumo y al bienestar de 40 millones de argentinos.
COMENTARIOS