Días atrás familiares de un paciente fallecido destrozaron un hospital en la localidad de San Francisco Solano y agredieron a un médico.
HOSPITALES BONAERENSES

Preocupan ataques a los profesionales

Una vez más, la violencia estalló dentro de un hospital público. La intolerancia y la desesperación de un paciente al que se le reprogramó una cirugía en el Rossi se combinaron y dieron como resultado un torbellino de agresiones que terminó con un médico golpeado y el reclamo de los profesionales por contar con mayores recursos para afrontar la demanda de prestaciones y prácticas.
Las trompadas se dieron en un contexto vinculado con la escasez de recursos humanos, que obliga al centro asistencial -según admiten sus autoridades- a diferir intervenciones para las que oportunamente se habían otorgado turnos.
“Hace un mes y medio que no tenemos completo el plantel de anestesistas, por diferentes cuestiones; desde entonces la cantidad de operaciones programadas que podemos hacer bajó a la mitad” precisa Lucas Pourtau, el cirujano y jefe de residentes que fue atacado: “de momento estamos priorizando las oncológicas y las de emergencia, y postergando el resto”.
En horas de la mañana del martes, un paciente que tenía turno para una intervención vesicular llegó junto a su esposa, con la intención de internarse. Cuando la pareja se enteró de que eso no iba a ser posible, montó en cólera y se ensañó con el mensajero.
Siempre les avisamos, por anticipado y por teléfono, a los afectados por las postergaciones; pero este hombre no atendió en los números que nos dejó como contacto” recuerda Pourtau: “le expliqué a su esposa, se alteró mucho y empezó a insultarme. Y a continuación fue su marido el que se me vino encima a los golpes; terminó forcejeando con un colega y conmigo, tratando de pegarnos con las sillas de la sala de espera”.
“La cosa no terminó ahí, porque en un momento se fue, pero nos volvió a encontrar en el hall y atacó de nuevo” advierte el especialista: “lo terminó sacando la policía y tuve que ir a hacer la denuncia”.
“El noventa por ciento de la gente entiende que hay cosas que nos exceden, pero ante el resto estás completamente vulnerable” concluye Pourtau.
Desde la conducción del hospital, María González Arzac informó que “el martes, a la mañana, un paciente citado para una intervención de vesícula reprogramada entendió que no habíamos llamado para notificarlo -cosa que está certificado que no es cierta-, y agredió a un profesional”.
La directora asociada del centro sanitario reconoció que “hemos padecido episodios de violencia, que en mayoría son agresiones verbales, periódicamente; lamentablemente, lo que se ve acá es un reflejo de lo que pasa en la calle, donde cada vez más seguido la gente intenta arreglar las diferencias a las piñas. Trabajamos en seguridad, pero no se puede tener un policía al lado de cada médico”.