En un año se realizaron 1.038 denuncias por casos de niñas, niños y adolescentes con paradero desconocido, de las cuales 556 fueron chicas de entre 13 y 17 años, en el marco de un fenómeno que requiere de abordajes efectivos, principalmente por el peligro que representan las redes de trata para explotación sexual, que captan víctimas dentro del país o en el exterior.
Los datos surgen del último trabajo estadístico publicado por la organización no gubernamental Missing Children. En el estudio, se afirma que el 65% de los casos de todas edades tiene a mujeres como protagonistas de los hechos. "El 73% de los episodios representa el segmento de 13 a 17 años", sostiene el informe, haciendo foco en el segmento etario más problemático.
Asimismo, en la provincia de Buenos Aires, que está a la cabeza de este flagelo, se registraron 497 denuncias, en la Ciudad de Buenos Aires 457 hechos, en el resto del país 150, y otros 3 casos.
Ocurre en todo el país
El caso de Constanza Gala Cancinos, una adolescente de 14 años de quien nada se sabe desde el 16 de mayo cuando fue vista por última vez en Salta, se suma a esta problemática que genera tanto alarma como angustia.
Si bien se pueden considerar como elementos positivos que la denuncia sobre la desaparición de Constanza se realizó de forma inmediata, lamentablemente, juegan en contra de la resolución, el paso del tiempo -se cumplen dos meses-.
También la demora en el análisis de la computadora y el teléfono celular de la adolescente, cuestiones que contribuyen a la carencia de avances en la investigación, al mismo tiempo que crece la sospecha de una retención forzada, con el fantasma de las víctimas de las redes de trata.
"La última vez que la vimos fue cuando salió hacia sus actividades curriculares y extracurriculares de la escuela. Tratamos de comunicarnos con ella y no se encontraba, supimos que no fue a clase de Inglés y tampoco a Educación Física", cuenta Javier Cancinos, padre de Gala.
Javier estuvo en la última semana en la ciudad de Buenos Aires para ponerse en contacto con funcionarios del Ministerio de Justicia de la Nación, "en un viaje para pedir ayuda, ya que no sabemos a quién más recurrir", señaló. "Se fue sin celular, sin dinero, sin tarjeta, sin ningún objeto significativo para ella", enfatizó.
Por su parte su madre, en distintas declaraciones, casi a modo de ruego, manifestó: "Es muy importante que sepa que hay una familia que la quiere y desde el primer día la busca y la sigue buscando", abonando la teoría de la "travesura" de irse de casa, aunque los días transcurridos van en sentido contrario.
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