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LA PROVINCIA

Lilita y Duhalde: ¿la batalla contra Cristina?

Los últimos suspiros de enero abrieron camino para que la política bonaerense acelere el paso. Aún resta un trecho de casi cinco meses para el cierre de listas que competirán en las Primarias, pero diversos movimientos que se concretaron en los últimos días hablan de que el año electoral empezó a apretar tanto como el calor.
Sectores del peronismo han puesto en marcha una suerte de “operativo clamor” en busca de que Cristina Kirchner sea candidata a senadora por la Provincia. La movida no recoge unanimidad en el PJ. Incluso hasta algunos dirigentes que profesan la fe K prefieren a la ex presidenta ejerciendo otro rol en esta etapa opositora del peronismo.
No se trata de una cuestión menor. Tampoco tiene una incidencia acotada a los márgenes de su partido: la decisión de Cristina puede que termine ordenando el tablero electoral y oriente decisiones en el resto de las fuerzas.
De esa posible incursión electoral hablaron durante un largo rato las principales espadas del oficialismo. La gobernadora María Eugenia Vidal, el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta y el influyente jefe de Gabinete nacional Marcos Peña, dibujaron hace apenas unas horas escenarios alternativos en función de si la ex mandataria se calza o no el traje de candidata bonaerense.

Cristina preocupa
Cambiemos parece dispuesto a adecuarse a las circunstancias. Y a resignarse, además, a que Elisa Carrió se postule en la Provincia si Cristina elige ese mismo destino. La máxima jerarquía del PRO preferiría que Lilita compitiera por Capital Federal, pero reconoce que la chaqueña sería la mejor antagonista de la ex presidenta para una campaña que acaso garantice enchastre y alto voltaje.
Por ahora Cristina sigue sin dar pistas de su futuro, aunque se mantiene activa con contactos reservados y en las redes sociales con posiciones hipercríticas al Gobierno.
Por eso en el oficialismo sigue en pie el plan original de impulsar como senadores al neurocientífico Facundo Manes y a la ex diputada nacional Gladys González. La opción Carrió, juzgan, sería la más adecuada para polarizar con un peronismo con formato ultra K.
Las mismas dudas oficiales se trasladan al interior del propio PJ. ¿Habrá alguien que se atreva a enfrentar a Cristina en una interna? Un grupo de intendentes sigue trabajando en la opción que promete Florencio Randazzo. En las próximas horas, algunos alcaldes del Grupo Esmeralda irán a verlo en busca de algunas definiciones que el ex ministro continúa sin brindar.
Cerca del "Flaco" dicen que está dispuesto, incluso, a ir a las Paso contra su ex jefa. Es lo que pretenden, entre otros, intendentes como Martín Insaurralde, Gabriel Katopodis y Eduardo "Bali" Bucca, convencidos de que la reconstrucción del peronismo no pasa por la reedición de la receta K.
En esas idas y vueltas aparece  Daniel Scioli. El ex gobernador sigue convencido de que Cristina no será candidata y decidió intensificar sus apariciones públicas. Scioli se ve encabezando una lista de senadores que aglutine a diversos sectores, incluso, a los más cercanos al kirchnerismo.
En el peronismo se estima que si esa aspiración de Scioli se concreta, la confrontación con Randazzo en una interna sería inevitable. La revancha de una disputa que no fue en 2015.

Torpeza oficial
En medio de esas especulaciones surgió la rebelión peronista frente a una medida polémica del Gobierno: hacer trasladable el feriado del 24 de marzo, fecha en que se conmemora el aniversario del golpe de Estado.
La reacción sin distinción de sectores, que generó una catarata de decretos en municipios para decretar asueto ese día, hizo volar la imaginación de más de uno. Hasta se aventuró que el propio Mauricio Macri había logrado, con su controvertida decisión, lo que la propia dinámica partidaria no puede: aglutinar a un peronismo que sigue en ebullición tras su desalojo del poder.
Esa torpeza oficial aunó voluntades. Pero no parece suficiente para constituir una plataforma que empuje a la unidad que pregonan sectores del PJ.
Esos movimientos en el peronismo son mirados muy de cerca por el PRO y sus aliados. Un eventual cambio de candidatos no es el único antídoto en el que piensan sus estrategas.
Por ahí ronda la idea de una "colectora peronista" si finalmente Cristina es candidata, con la misión dual de aspirarle votos y, de paso, evitar que se fuguen hacia el campamento de Sergio Massa.
En ese armado podrían abrevar algunos dirigentes del PJ que mantienen cercanía con Cambiemos como los intendentes Mario Ishii (José C. Paz) y Alejandro Granados (Ezeiza), además de ex alcaldes como Jesús Cariglino (Malvinas Argentinas).
La cuestión por dilucidar es encontrar un nombre taquillero para encabezar esa oferta capaz de seducir a peronistas refractarios al kirchnerismo.
Se comenta que en despachos oficiales se vería con buenos ojos a Eduardo Duhalde. El ex presidente se ha mostrado cerca de algunas medidas de Gobierno aunque no ha dejado de cuestionar otras. Quienes dicen conocer la entretela de esa movida advierten que el apellido Duhalde podría estar en esa lista. Pero lo aportaría Chiche, la esposa de quien gobernara la Provincia por dos períodos.
¿Cristina y Chiche Duhalde otra vez enfrentadas en una elección como ocurriera en 2005? Un déjà-vu, por ahora, con más dosis de imaginación que de certeza.

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