Un temporal de lluvia y granizo, que estuvo acompañado por una fuerte actividad eléctrica, se registró ayer a la madrugada en gran parte de la provincia de Entre Ríos provocando daños materiales en viviendas y vehículos, pero sin que se reportaran heridos. Voceros de la Dirección de Defensa Civil dijeron que la copiosa lluvia caída en Paraná en pocos minutos convirtió las calles en verdaderos ríos, que arrastraron vehículos y contenedores de basura.
Paralelamente, una granizada de gran tamaño afectó los techos de numerosas viviendas precarias en la periferia de la ciudad y dañó automóviles que estaban estacionados en la vía pública.
El temporal llegó tras la agobiante jornada del domingo, en la que la sensación térmica se acercó a los 40 grados centígrados. Testimonios de vecinos revelaron que numerosos automovilistas que fueron sorprendidos por la tormenta trataron de guarecerse dentro de las dársenas techadas de la terminal de ómnibus de Paraná, las que en pocos minutos se vieron desbordadas por la gran cantidad de vehículos que trataban de escapar del granizo. En la localidad de Aranguren, al sur de la capital entrerriana, el granizo caído formó un colchón y se amontonó sobre los desagües pluviales.
FUERTE TEMPORAL
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