CONVOCAN A NUEVAS SESIONES
Cambiemos confía romper al PJ para votar el Presupuesto
El oficialismo busca el respaldo de los legisladores del Grupo Esmeralda.
El Senado bonaerense convocó ayer formalmente a una sesión para el próximo miércoles 21 a las 11. Antes de ese día, el gobierno de María Eugenia Vidal y los legisladores del oficialismo deberán haber conseguido el respaldo de al menos un sector del peronismo para lograr sancionar el Presupuesto y la Ley Impositiva 2017.
Luego de la postergación de las sesiones que iban a realizarse el miércoles pasado en el Senado y Diputados, Cambiemos salió a la búsqueda de una jugada que le permita romper el frente de unidad que, con esfuerzo, mantienen los distintos sectores del peronismo.
El escenario, por lo pronto, no tuvo cambios: ni en el Senado ni en la Cámara de Diputados Cambiemos junta los votos para sancionar las dos leyes y, además, votar la demorada designación de Julio Conte Grand a la Procuración.
Según las cuentas que sacan en las oficinas legislativas del oficialismo, en el Senado y junto a sus aliados del Frente Renovador y otros bloques minoritarios quedarían a dos votos de los 31 necesarios para conseguir los dos tercios y sancionar el endeudamiento.
“O el massismo viene con dos votos más o los tenemos que buscar en algún sector del peronismo, y para eso necesitamos que se rompa”, se sinceraba ayer uno de los más activos negociadores de Cambiemos en la Legislatura.
El peronismo se abroqueló en los últimos días en torno al reclamo por la vicepresidencia de la Cámara de Diputados. Detrás de ese planteo se alinearon los legisladores que responden a Florencio Randazzo, los del Grupo Esmeralda, Fénix, el Movimiento Evita y las distintas vertientes de La Cámpora y el kirchnerismo.
Con ese planteo, el peronismo buscó obligar a la gobernadora Vidal a romper el acuerdo con el massismo, que ocuparía la vicepresidencia a partir de la asunción del oficialista Manuel Mosca en la presidencia de la Cámara baja.
Encuentro
Ahora, el calendario de negociaciones tiene marcado el miércoles 21, día en que se realizarán sesiones en las dos cámaras. El oficialismo confía en que, antes de ese día, el frente cerrado del peronismo se parta. “Randazzo no puede asegurar la unidad”, afirman en Cambiemos.
Todas las especulaciones apuntan a los legisladores que responden al Grupo Esmeralda y a los del Movimiento Evita, dos sectores con los que Cambiemos ya tenía firmado un principio de acuerdo que incluía la designación de Guido Lorenzino en la Defensoría del Pueblo y la vicepresidencia tercera de la Cámara para el Evita.
Anteayer, en las oficinas porteñas de la calle Esmeralda, que dieron nombre al grupo, se reunieron Insaurralde, Gabriel Katopodis y otros referentes de los intendentes “dialoguistas”. Según trascendió, hubo un análisis de los diversos escenarios de cara a la sesión del miércoles, cuando deberán decidir entre mantener la unidad en el peronismo o privilegiar su preacuerdo con la gobernadora Vidal.
Luego de la postergación de las sesiones que iban a realizarse el miércoles pasado en el Senado y Diputados, Cambiemos salió a la búsqueda de una jugada que le permita romper el frente de unidad que, con esfuerzo, mantienen los distintos sectores del peronismo.
El escenario, por lo pronto, no tuvo cambios: ni en el Senado ni en la Cámara de Diputados Cambiemos junta los votos para sancionar las dos leyes y, además, votar la demorada designación de Julio Conte Grand a la Procuración.
Según las cuentas que sacan en las oficinas legislativas del oficialismo, en el Senado y junto a sus aliados del Frente Renovador y otros bloques minoritarios quedarían a dos votos de los 31 necesarios para conseguir los dos tercios y sancionar el endeudamiento.
“O el massismo viene con dos votos más o los tenemos que buscar en algún sector del peronismo, y para eso necesitamos que se rompa”, se sinceraba ayer uno de los más activos negociadores de Cambiemos en la Legislatura.
El peronismo se abroqueló en los últimos días en torno al reclamo por la vicepresidencia de la Cámara de Diputados. Detrás de ese planteo se alinearon los legisladores que responden a Florencio Randazzo, los del Grupo Esmeralda, Fénix, el Movimiento Evita y las distintas vertientes de La Cámpora y el kirchnerismo.
Con ese planteo, el peronismo buscó obligar a la gobernadora Vidal a romper el acuerdo con el massismo, que ocuparía la vicepresidencia a partir de la asunción del oficialista Manuel Mosca en la presidencia de la Cámara baja.
Encuentro
Ahora, el calendario de negociaciones tiene marcado el miércoles 21, día en que se realizarán sesiones en las dos cámaras. El oficialismo confía en que, antes de ese día, el frente cerrado del peronismo se parta. “Randazzo no puede asegurar la unidad”, afirman en Cambiemos.
Todas las especulaciones apuntan a los legisladores que responden al Grupo Esmeralda y a los del Movimiento Evita, dos sectores con los que Cambiemos ya tenía firmado un principio de acuerdo que incluía la designación de Guido Lorenzino en la Defensoría del Pueblo y la vicepresidencia tercera de la Cámara para el Evita.
Anteayer, en las oficinas porteñas de la calle Esmeralda, que dieron nombre al grupo, se reunieron Insaurralde, Gabriel Katopodis y otros referentes de los intendentes “dialoguistas”. Según trascendió, hubo un análisis de los diversos escenarios de cara a la sesión del miércoles, cuando deberán decidir entre mantener la unidad en el peronismo o privilegiar su preacuerdo con la gobernadora Vidal.