Horacio Beccar Varela fue noticia hace dos meses, luego de haber sido baleado y esposado por la policía, que lo confundió con un delincuente. Estuvo internado más de un mes y todavía se recupera de la lesión que le provocó el disparo en el fémur. Su hijo, Tomás, quedó impactado por el robo que vivió en su casa y decidió hacer algo al respecto. En vez de pedir más mano dura, el chico de 18 años actuó diferente: se comprometió a ayudar al delincuente que entró a robar a su casa para que pueda cambiar su vida a través del deporte.
Jugador de rugby del SIC, Tomás se contactó hace un mes con uno de sus entrenadores, que sabía que estaba haciendo una movida solidaria en una cárcel de San Martín. Se trata de la Fundación Los Espartanos, un equipo de rugby que tiene como objetivo resocializar y contener a los jóvenes presos a través del rugby. Como entrenan todos los martes, ayer, Tomás se acercó al penal y jugó en el mismo equipo que el delincuente que robó en su casa. “Me invitó mi entrenador, porque sabía que estaba yendo Javier. Fue una experiencia muy linda, aunque la verdad que no hablamos nada con él porque es muy callado”, dijo Tomás Beccar Varela.
El joven explicó que lo hizo porque “después de tanta bronca que me generó en su momento el hecho, quise sacar algo bueno de todo lo malo que pasó. Si podemos ayudarlo, tapa todo lo anterior”.
RESOCIALIZACIÓN A TRAVÉS DEL DEPORTE
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