La Justicia ordenó la detención del dueño de una imprenta y otras dos personas relacionadas a la comercialización de medicamentos oncológicos, en el marco de la investigación por el fraude con la compra de insumos para centros de adicciones y hospitales durante la gestión de Daniel Scioli.
Si bien el pedido de captura solicitado por el fiscal de investigaciones complejas de La Plata, Jorge Paolini, se concretó hace algunos días, ayer trascendieron los nombres de las personas que están siendo buscadas.
Una de ellas es Víctor Hugo Shama, quien presuntamente habría tenido a cargo la impresión de las facturas utilizadas en la maniobra que se investiga. Las otras dos son Juan Di Meglio y Víctor Casares. Uno de ellos, trascendió en fuentes judiciales, habría estado involucrado en el escándalo por la compra de medicamentos oncológicos, causa por la que fueron procesados en Capital Federal dirigentes sindicales.
Otra de las novedades surgidas en la causa tiene que ver con la confirmación del pedido de detención formulado por Paolini en relación a los ex funcionarios del área de Adicciones, Carlos Sanguinetti y Viviana Callegui. La Cámara Penal de La Plata desestimó el recurso de hábeas corpus planteado por ambos, con lo que ahora deberían presentarse ante la Justicia.
Los funcionarios
Paolini había solicitado hace algunos días la captura nacional e internacional de los dos ex funcionarios presuntamente implicados junto a empresarios de nuestra ciudad y de Capital Federal en un fraude con la compra de insumos.
La investigación se inició a partir de otra causa por defraudación al Estado con venta de drogas oncológicas en el IOMA, en la que hubo varios detenidos, entre ellos el empresario Leonardo Paci.
A partir de la nueva investigación fueron detenidos Paci junto al empresario Leandro Durand y los ex funcionarios de Salud, Hernán Azzarri y quien fuera directora general de Administración de esa cartera, Beatriz Priolo.
En las escuchas telefónicas realizadas en el marco de esa investigación, se detectaron algunas conversaciones sobre posibles manejos irregulares en la adquisición de insumos en el Ministerio de Salud.
La maniobra
Así, según dijeron fuentes judiciales, el fiscal Paolini dispuso una serie de medidas de prueba que arrojaron como resultado una posible cadena de actos fraudulentos, entre 2012 y 2013, con la compra de elementos variados, desde pintura, membranas para techo y hasta tóner para impresoras, que habrían sido armados “con la sola finalidad de sustraerle dinero al Estado”.
Según trascendió, hasta el momento se habría comprobado una suma de 500.000 pesos que salió de las arcas provinciales para adquirir insumos que nunca llegaron a destino. “Los procesados armaban expedientes falsos por compras que nunca se hacían, con la sola finalidad de quedarse con el dinero”, consignaron las fuentes.
La Justicia entendió que hay evidencias y pruebas suficientes como para sospechar que se está ante los delitos de “asociación ilícita, fraudes reiterados contra el Estado y negociaciones incompatibles con la función pública”.
AVANZAN LA INVESTIGACIÓN
Amplían pedidos de detenciones por las compras truchas en Salud
Buscan a un imprentero, a dos empresarios vinculados con droguerías y habría otros funcionarios involucrados.
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