None
PACTO DE GOBERNABILIDAD ENTRE CAMBIEMOS Y MASSA, EN REVISIÓN

Cámara de Diputados: movidas que anticipan una pulseada por la presidencia

En los bloques entienden que es tiempo para “barajar y dar de nuevo” en términos de alianzas, en el complejo juego político interno de la Cámara baja.

La sesión que se realizó la semana pasada en la Cámara de Diputados bonaerense será la última hasta que el cuerpo se reúna para comenzar a debatir en comisiones el proyecto de Presupuesto 2017 que enviará la gobernadora María Eugenia Vidal a mediados del mes de septiembre. La “ley de leyes” ocupará toda la atención legislativa en el segundo semestre del año. Pero en forma subterránea, en los bloques será tiempo para “barajar y dar de nuevo” en términos de alianzas, en el complejo juego político interno de la Cámara baja.
Quienes recorren día a día los pasillos del edificio de la calle 53 aseguran que habrá movimientos tanto en el oficialismo como en la oposición. Y que todo desembocará, cerca de fin de año, en una instancia que ya anticipa algún enfrentamiento: el recambio de autoridades de la Cámara, que hoy controla el massismo a partir de la alianza con el oficialismo y que en 2017 debería recaer en manos de Cambiemos. El acuerdo entre macristas, radicales y el Frente Renovador está en “terapia intensiva” y son pocos los que creen que vaya a sobrevivir para el año próximo. Así las cosas, lo que debería ser un traspaso formal podría convertirse en una instancia más complicada.
El escenario de reacomodamientos en que se sumergirá la Cámara de Diputados estos meses tienen como eje central la relación entre los dos grandes socios, el oficialismo de Cambiemos y el Frente Renovador de Sergio Massa. En una negociación que generó mucho ruido, la gobernadora María Eugenia Vidal aceptó a fines del año pasado, a pocas semanas de asumir su cargo, ceder la presidencia de la Cámara baja al massismo en busca de un socio que le asegure gobernabilidad en el cuerpo. La alianza entregó el preciado sillón a Jorge Sarghini, quien, según el esquema, debería entregarlo a fin de año al vidalista Manuel Mosca, actual vicepresidente con firma.

Proyectos
Fue un acuerdo que le permitió al oficialismo, con mayor o menor dificultad, sacar adelante los proyectos que necesitó el Ejecutivo, desde el Presupuesto a la declaración de distintas emergencias. Dentro de las filas del macrismo, hay quienes consideran que el esquema ha dado los resultados esperados y quienes, por otro lado, creen que la alianza con el massismo en la Legislatura, pero especialmente en Diputados, ha tenido un costo demasiado alto, en términos de los espacios de poder que debieron ceder. Entre estos últimos -que en la interna mayor del macrismo están identificados con Emilio Monzó y Rogelio Frigerio, entre otros- ya hay algunos que agitan la sospecha de que el traspaso de la presidencia no sería un trámite sencillo y miran con desconfianza la jugada que podría desplegar Sergio Massa. Es que el líder del Frente Renovador ya comenzó a consolidar un perfil cada vez más crítico, con un ojo en las elecciones de 2017.
En ese marco, dentro de las filas de Cambiemos hay quienes evalúan la posibilidad de aceitar contactos con un sector del peronismo que pueda convertirse en su nuevo socio político para el próximo año legislativo. Con la calculadora en la mano, explican que si logran cerrar un acuerdo parlamentario con parte de los diputados peronistas que les permita acceder a los dos tercios en el recinto, estarían dispuestos a entregar la vicepresidencia con firma.
Eso implicaría, claro, una ruptura abierta con el massismo. Pero para quienes impulsan este camino, la relación con el Frente Renovador ya está en una fase terminal.
“Somos como un matrimonio en crisis que no termina de separarse”, grafican.

COMENTARIOS