“Hay cuatro factores para esperar mejoras: no habrá más aumentos de tarifas, tampoco movimiento brusco del dólar, habrá salarios nuevos por paritarias y obra pública, no es nada más que una profesión de fe del segundo semestre”, enumeró Lacunza.
Remarcó que las medidas adoptadas por el Gobierno nacional buscaron superar “una trombosis” de la economía, pero aclaró que tampoco hay que esperar que el paciente “salga corriento de la clínica”.
El ministro de María Eugenia Vidal subrayó también la necesidad de que la provincia recupere los fondos perdidos a través del congelamiento del Fondo del Conurbano y, si bien evitó formular denuncias públicas sobre irregularidades en la obra pública bonaerense, remarcó que las demoras en la puesta en marcha de los planes de infraestructura obedeció en parte a la necesidad de revisar contratos por el “modus operandi López”.
El socio de Empiria Consultores en uso de licencia y exgerente general del Banco Central afirmó que la situación económica provincial está “cada día un poco mejor”, pero que la herencia dejada por el gobierno de Daniel Scioli fue “sin dudas peor” que la esperada al inicio de la gestión.
“Cuando asumió María Eugenia no había dinero para pagar los salarios y a seis meses vista estamos licitando obras que van a durar varios años. Cambiando gasto corriente por inversión y angustia e incertidumbre por la capacidad de comprometer obras por más de cuatro años”, señaló.
- ¿Era lo que esperaban, peor o más sencillo?
- Sin dudas fue peor. En las conversaciones que habíamos tenido durante la transición con el equipo económico saliente que habían sido muy cordiales, siempre nos dijeron que la Provincia estaba equilibrada y resulta que tuvimos un cierre de 2015 con un déficit de 22 mil millones de pesos. Sumado a eso hay un campo minado en la gestión cotidiana que es un tema que estamos resolviendo, con deuda no reconocida que no es ilegal pero poco formalizada. La deuda reconocida era de 120 mil millones de pesos pero también había otros 60 mil de lo que llamamos esqueletos financieros, o sea, obligaciones con el Banco Provincia o con otros organismos del estado provincial como IOMA, IPS o con proveedores. Todos esos esqueletos fueron apareciendo durante la gestión y hoy el terreno está menos fangoso.
- Siempre se dijo que en las actuales condiciones la Provincia es inviable.
- La Provincia tiene un déficit estructural que no se va a poder corregir en un año ni dos y está más asociado a una inequidad en la distribución de los fondos nacionales. La Provincia perdió coparticipación en los últimos 30 años de manera sistemática con una presunción de que era una provincia con muchos recursos y la realidad revela que era una historia pasada. Es el 40 por ciento de todo, de lo bueno y de lo malo y tiene niveles de pobreza similares a los del resto del país con mayor densidad poblacional y ha ido perdiendo coparticipación. El Fondo del Conurbano fue concebido para compensar esa pérdida, se asignó el 10 por ciento de la recaudación de ganancias para atender eso y hoy serían 40 mil millones de pesos pero recibe en cambio 650 millones o sea el 1,5%. Con el congreso nacional, con la Legislatura, con la Justicia estamos recorriendo con todo el camino nacional. Lo hemos hablado con el gabinete nacional. La ventaja es que los números son tan categóricamente arbitrarios que la discusión técnica no admite contrapuntos, pero a veces la economía política no es una solución técnica.
- ¿En la Provincia también encontraron irregularidades en obra pública?
- Hay que ser muy cuidadosos porque sembrar dudas sin pruebas es injusto y cuando se reúne prueba hay que ir a la justicia. Estamos trabajando y cuando tengamos evidencia, si tenemos evidencia, iremos. No es mi área específica.
- ¿Cómo ve a la economía nacional después de que el Indec mostrara que se profundiza la recesión?
- Lo que mostró el Indec el otro día es que si bien hay recesión no es que se profundiza (sino que) hace cuatro años que hay recesión y en todo caso sí este semestre, en términos más “cobistas”, no ha habido reactivación. Pero claramente como veníamos se había perdido la capacidad de generar crecimiento y empleo, había que hacer estos cambios de precios relativos, los cambios más notorios fueron cepo, tipo de cambio y tarifas porque así la economía estaba empantanada y tenía una trombosis. Tengo expectativas favorables porque buena parte de este semestre estuvo muy condicionado por cómo afectó al poder adquisitivo la suba de tarifas y en lo que viene no hay ni subas de tarifas ni movimiento brusco de tipo de cambio, se terminan las paritarias del sector privado lo que hará que el semestre tenga precios nuevos pero también salarios nuevos y ya se inició en mayo la obra pública que se había paralizado en el primer cuatrimestre para ver dónde estábamos parados por la obstrucción de liquidez y también por el “modus operandi López” que uno no puede convalidar alegremente lo que viene de inercia sin pegar una revisada.
Hay cuatro factores para esperar mejoras, no es nada más que una profesión de fe del segundo semestre. ¿Cómo va a salir el paciente de la clínica? No va a salir corriendo, sale caminando con la idea de llegar al trote al año que viene, eso no es crecer al 8 por ciento con el riesgo de caer 3, porque eso hace crecer la pobreza, sino es crecer 4 por ciento anual para dar previsibilidad, pavimentar el camino para que después no tengan que despedir gente: es el objetivo del gobierno de Cambiemos.
- ¿Cuánto de financiamiento va al gasto corriente y cuánto a la inversión?
- El dinero es fungible, cada peso no se identifica con un gasto en particular, tenemos una estructura que dice que el 97% en la Provincia era gasto corriente y solo un 3% iba a inversión, el más bajo del país en términos relativos. Este año estamos cambiando para que sea el 6% con la idea de que llegue al 10% en 2019. Se está haciendo un esfuerzo de inversión importante.
- Tiene un perfil técnico en un gobierno que se juega mucho políticamente ¿puede asumir otro rol o una candidatura?
- Soy del equipo de María Eugenia, estoy muy cómodo trabajando, comparto valores y admiro el coraje y la lucidez en cómo se está encarando el desafío, lo comparto. Tengo un abordaje técnico pero veremos lo que vaya surgiendo como necesidad.
MINISTRO DE ECONOMÍA BONAERENSE
Hernán Lacunza: “Las mejoras del segundo semestre no son una profesión de fe”
Más tranquilo que hace unos meses en su condición de ministro de Economía bonaerense, Hernán Lacunza no escatima metáforas para referirse a la salud de las cuentas públicas y, en ese contexto, señala que las mejoras anunciadas para el segundo semestre están fundadas en factores objetivos.
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