Todavía no hay pruebas que vinculen al subteniente Patricio Miguel Masana (32) con el robo que hace cuatro meses sufrió Gustavo Barros Schelotto en su casa del country Grand Bell, pero sospechas sobran. Por eso, la fiscalía que investiga el asalto a la familia del intendente Julio Garro, en ese mismo country, el miércoles pasado, ya pidió aquella causa para tratar de encontrar puntos de contacto.
A Masana, por ahora, le imputan “robo calificado por empleo de arma de fuego agravado por ser miembro integrante de las fuerzas policiales, tenencia de estupefacientes con fines de comercialización (le secuestraron 69 partículas de cristales y 234 pastillas de éxtasis embaladas en bolsas Ziploc) y tenencia de arma de fuego de uso civil (tenía dos pistolas calibre 22 sin documentación)”.
Si logran conectar a este policía (ya en disponibilidad preventiva) con el robo en la vivienda de Barros Schelotto y en al menos otras cinco del barrio privado, su imputación podría agravarse a “asociación ilícita”, con una pena en expectativa de hasta 15 años de cárcel.
Mientras tanto, los pesquisas siguen tratando de identificar a los dos hombres que a las 10.30 del miércoles irrumpieron en la casa del Intendente y maniataron a la esposa, María Dolores Conde (40), a la hermana de ésta, Florencia (43), a una mucama, una sobrina y las cuatro hijas de Garro, de entre 1 y 15 años. Uno de ellos estaba armado, ya que mostró la culata de una pistola levantándose la remera.
MAFIAS EN LA BONAERENSE
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