La esposa de uno de los hijos del asesinado exgobernador de Río Negro, Carlos Soria, aseguró ayer que la cena del 31 de diciembre, tras la cual ocurrió el homicidio, "fue una reunión muy tensa", y admitió que la viuda, Susana Freydoz, única imputada por el crimen, "había tomado de más y estaba alcoholizada".
"En los últimos tiempos, sus celos y recriminaciones aumentaron mucho, y en la noche de fin de año llegaron a un punto extremo. La reunión fue muy tensa", dijo Victoria Argañaraz, esposa de Carlos Ernesto Soria, hijo del exmandatario provincial, durante la tercera audiencia del debate oral por el caso.
Durante su testimonio ante la Cámara Penal en lo Criminal de General Roca, la mujer aportó información sobre la personalidad de Freydoz y la creciente "persecución obsesiva" a su esposo.
Argañaraz, quien había sido vocera de Soria durante la intendencia y la campaña para gobernador, aseguró que en los últimos dos años "los celos y las sospechas fueron en aumento" y que incluso Freydoz la presionaba para que le diera detalles sobre la agenda de Soria.
Agregó que en los últimos meses Freydoz aumentó el consumo de vino blanco, y que en la noche del 31 de diciembre "estaba alcoholizada, había tomado más que lo habitual. Tomó daiquiri de una copa propia y después de otra, y también vino blanco y champán".
DURANTE EL JUICIO POR LA MUERTE DEL GOBERNADOR DE RÍO NEGRO
La nuera dice que Freydoz estaba alcoholizada la noche del crimen
La esposa de uno de los hijos de Carlos Soria aseguró ante el tribunal que en la noche del asesinato "la reunión fue muy tensa" y que la imputada "había tomado de más".
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