La mujer de nacionalidad boliviana apodada "Reina del Sur" y otras cuatro personas (entre ellos dos de sus hijos), irán a juicio oral por estar imputados por el delito de tráfico ilícito de estupefacientes, en el marco de una causa conocida como el “narcobombardeo” de casi 300 kilos de cocaína, que se arrojaron desde una avioneta a un campo del vecino Distrito de Pergamino.
El hecho delictivo se concretó en enero del año 2022 y la mujer de 54 años, residente en el barrio 1-11-14 de Flores, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, es considerada como líder de la organización narcocriminal e irá a juicio por traficar estupefacientes.
El hecho es investigado por el fiscal federal Matías Di Lello, a cargo de la Sede Fiscal Descentralizada de San Nicolás, destacándose que el juez federal de ese Departamento Judicial, Dr. Carlos Villafuerte Ruzo, cerró la instrucción. Para Di Lello, la mujer de 54 años debe ser juzgada como “organizadora y financista de una cadena destinada al tráfico ilícito de sustancias estupefacientes”, siendo los demás imputados, dos de sus hijos, una persona de nacionalidad paraguaya y un restante brasileño.
El fiscal federal solicitó en su requerimiento de elevación a juicio que todos los citados sean juzgados como coautores del delito de "Tráfico ilícito de sustancias estupefacientes en la modalidad de comercialización y transporte agravado por la intervención organizada de tres o más personas", de acuerdo a lo que se dispone en los artículos 5°, inciso “C”, y 11°, inciso “C”, de la Ley 23.737 de estupefacientes.
La causa, a cargo del fiscal Di Lello y el juez Villafuerte Ruzo, comenzó en agosto de 2021 y demandó el seguimiento durante varios meses de un grupo de personas oriundas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con base en la Villa 1-11-14 del barrio porteño de Flores, las que estan sospechadas de vender y traficar estupefacientes que ingresaban a nuestro país desde Bolivia.
En concreto, un comisario inspector de la Delegación de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas de Pergamino declaró que tenían la información que había varias personas de la ciudad de Buenos Aires recorriendo la zona, buscando predios rurales propicios para poder recoger bultos con droga que serían arrojados desde el aire a través de avionetas.
Eficaz operativo
Luego de realizarse tareas de inteligencia y de analizar la información surgida de escuchas telefónicas, el 19 de enero de 2022 se montó un operativo en un campo ubicado en la localidad bonaerense de Rancagua, a 18 kilómetros de la ciudad de Pergamino, lográndose identificar en qué predio se iba a arrojar la droga.
A las 4.50 de la madrugada se detectó a una camioneta Volkswagen Amarok blanca con cuatro hombres y poco después se observó a la mujer y otras dos personas (una mujer y un hombre) apostados a la vera de la autopista Pergamino-Buenos Aires, en la intersección con la ruta N°32.
Una hora y media después, cerca de las 6.20, el personal policial observó a una avioneta que pasó varias sobre la zona y arrojó varios paquetes, por lo cual se procedió a detenerla junto con sus dos hijos. En tanto, en inmediaciones del campo se detuvo al ciudadano, quien estaba como custodio en el ingreso al predio rural, mientras que quienes circulban en la Amarok se fugaron y abandonaron la camioneta a pocos kilómetros de allí, conteniendo cuatro bultos que se habían arrojado desde la avioneta.
Sobre el lote del campo se hallaron tres trozos de tela de cinco metros de largo por 50 centímetros de ancho, colores rosa y blanco, que servían de referencia al piloto de la aeronave para arrojar la droga desde el aire. También a unos trescientos metros del acceso a la localidad de Rancagua se encontró otra camioneta Amarok, sin ocupantes, hallándose en su interior una mochila y un certificado deVerificación Técnica Vehicular (VTV) a nombre del ciudadano de Paraguay.
Como resultado del procedimiento se secuestraron, aproximadamente, 130 kilos de cocaína, distribuidos en cuatro bultos, cada uno de ellos con 30 paquetes confeccionados con bolsas de polipropileno en distintas capas y colores, y finalmente recubiertos de un film que presentaba la figura de un felino, sello identificatorio de los carteles narcos.
Unos tres meses después, se presentó una denuncia radicada por trabajadores rurales que divisaron paquetes similares, el 17 y 18 de abril de 2022, por lo cual se realizaron allanamientos en una zona cercana al campo de Rancagua.
Allí se encontraron más bultos, que contenían 96, 400 y 64 kilos de cocaína, dando como resultado total el secuestro de poco más de 289 kilos de clorhidrato de cocaína relacionados a los acusados.
En tanto, otros 212 gramos de la misma droga fueron secuestrados en un domicilio particular de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde reside otro sujeto imputado, ya identificado, pero aún prófugo de la Justicia. Para el fiscal actuante, también sus hijos se encuentran, al igual que su madre, en una comprometida situación procesal al haber sido detenidos junto a ella en Rancagua el día del hecho conocido como “narcobombardeo”.
El representante del Ministerio Público Fiscal dio por “acreditada -con el grado de certeza exigida para esta etapa procesal- la actividad que fuera reprochada y la relación objetiva y subjetiva que tuvieran los imputados”.
Di Lello resaltó que ello se deduce de las tareas investigativas a través de las cuales se los identificó, se comprobaron sus actividades, se determinó qué rodados utilizaban y cómo concertaban el plan, con identificación y visitas previas al campo, una reunión en un restaurante de la ciudad de Luján, y su presencia en Rancagua el 15 de enero de 2022.
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