“El carnicero de Giles”, uno de los criminales seriales más peligrosos del país, se fugó
LUIS FERNANDO IRIBARREN CUMPLE PERPETUA EN EL PENAL DE LISANDRO OLMOS

“El carnicero de Giles”, uno de los criminales seriales más peligrosos del país, se fugó

Después de Robledo Puch, es el criminal que más años lleva detenido en el sistema penitenciario bonaerense. Lo detuvieron en 1995 por el crimen de una tía. Pero luego confesó que también había asesinado a sus padres y sus dos hermanos nueve años antes.

“Me jodía que sufriera, y la maté por piedad”, declaró en 1995, cuando lo detuvieron por asesinar a su tía a hachazos en la cabeza. Pero el horror detrás de la figura taciturna de “el carnicero de Giles” apenas se vislumbraba. Con el avance por la investigación de este crimen, salió a la luz otro aún más atroz que había cometido: el asesinato de los cuatro miembros de su familia. Y ahora, Luis Fernando Iribarren, está suelto: se fugó ayer de la Unidad 26 de Lisandro Olmos.

Iribarren se encuentra entre los criminales argentinos que más años llevan detenidos en el Sistema Penitenciario Bonaerense (SPB), luego de Robledo Puch. Pero, increíblemente, pese a que fue condenado a reclusión perpetua, tenía permitidas salidas transitorias para ir a tomar cursos de extensión universitaria en la Universidad Nacional de La Plata.

Pero desde la Dirección de Estudiantes en Contexto de Encierro de esa casa de estudios están revisando sus registros porque creen que “el carnicero” mentía ya que en sus registros no figura un detenido estudiante con esas prerrogativas, posterior a 1992.

De hecho, tras ser condenado en 2002 a reclusión perpetua, mientras cumplía su condena en la cárcel Iribarren se recibió de abogado, se casó, tenía buena conducta y varias veces había intentado obtener su excarcelación. Ayer, a horas de cumplir 29 años preso, pareciera que él mismo se otorgó la libertad.

Tal como su apodo lo indica, “el carnicero” vivía en la localidad bonaerense de San Andrés de Giles cuando una madrugada de fines de julio de 1986 mató a toda su familia. Las víctimas eran su padre, Luis Juan Iribarren, de 49 años; a su madre Marta Langebbein, de 42, y a sus hermanos Marcelo, de 15, y María Cecilia, de 9.

“Todos se sentaron a la mesa para cenar menos yo, porque había discutido con mi papá. Entonces, salí a la puerta a fumar y pensar como hasta las tres de la madrugada”, detalló por entonces Iribarren al juez de instrucción Eduardo Costía sobre lo ocurrido con su familia años atrás. “Maldito el momento en el que entré: ahí vi la carabina”, se lamentó luego.

Entró a la casa mientras todos dormían. Fue al dormitorio que compartía con su hermano y vio una carabina apoyada contra la ventana. Sin pensarlo, agarró el arma cargada, entró a la pieza de sus padres y su hermana, cerró los ojos y disparó “dos o tres tiros” contra cada uno.

La conmoción en la localidad de solo 20 mil habitantes fue total. Según las crónicas publicadas por aquellos años en el medio local La Libertad, la madre de Iribarren era directora de una escuela, mientras que el padre se dedicaba a las tareas del campo.

No había nada que alertara sobre su personalidad. De acuerdo a la prensa local, había cursado sus estudios en el Colegio Nuestra Señora de Luján y sus compañeros lo veían como un chico normal. De más grande, muchos de sus allegados lo calificaron como "educado, muy amable y una excelente persona". Hasta llegó a ponerse en pareja desde los años 1991 a 1993 con una mujer con la que tuvo dos hijos.

Ahora está libre y lo buscan intensamente.

 

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