El Tribunal N°1 de Morón denegó por unanimidad hoy el pedido de excarcelación que solicitó el padre Julio Cesar Grassi. De esta manera, el religioso seguirá preso hasta mayo de 2028, cuando venza su condena por abuso sexual de menores.
De acuerdo a lo anunciado por la jueza Mariana Maldonado, los fundamentos de la resolución del tribunal se darán a conocer el próximo 2 de septiembre.
Al término de la audiencia, el abogado Juan Pablo Gallego expresó: "Es importante que estas audiencias se puedan ver, porque hoy se demostró que se complicó solo". "Vimos a un monstruo que redobló su agresividad. Hoy dio una clase de pedofilia", manifestó. Asimismo, solicitó que la Iglesia expulse a Grassi y ratificó que las víctimas "tienen miedo".
Grassi, sentenciado a 15 años de cárcel por dos hechos de abuso sexual, se presentó este jueves a una audiencia realizada por Zoom para solicitar un adelantamiento de su liberación. En junio de 2009 el TOC N°1 de Morón lo sentenció a 15 años de prisión por los delitos de abuso sexual agravado por ejercer el rol de sacerdote y estar encargado de la educación y la guarda del menor en víctima.
Pero Grassi apeló las condenas hasta que en 2013 la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires la confirmó. El 23 de septiembre de ese año el cura quedó a disposición del Servicio Penitenciario Bonaerense y fue alojado en la cárcel de Ituzaingó, Unidad Penitenciaria N.º 39. En la actualidad, cumple su condena en la Unidad 41 de Campana.
En el juicio se comprobó que Grassi abusó en 1996 de dos menores en la Fundación Felices los Niños, la cual él había creado años antes. Grassi entonces inició un reclamo para beneficiarse con el 2x1, es decir, reducir dos años de condena efectiva a uno al sumarse los que pasó en carácter de “prisión preventiva” hasta conocerse el fallo.
Durante su estadía en la prisión, Grassi se recibió de abogado y en la audiencia clave de hoy se representó a sí mismo. Solicitó que su liberación se hiciese efectiva ya, pero el TOC le denegó ese beneficio. Ahora, había solicitado su libertad condicional por haber cumplido más de dos tercios de su condena. Pero deberá también se lo negaron y deberá permanecer detenido hasta 2028.
Grassi alegó que su conducta fue correcta desde que fue acusado, 22 años atrás, mientras que continuó afirmando su inocencia.
"Desde el momento de la acusación, hace 22 años, hasta ahora, no pueden decir nada de mi conducta. El abuso siempre representa una actitud de poder, daño contra una persona débil, y nada de eso ha ocurrido. Voy a ser útil a la sociedad, si la iglesia me lo permite",
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