El abogado del confeso pero inimputable adolescente autor del crimen de Joaquín Sperani, el chico de 14 años asesinado por un compañero de colegio y de la misma edad, el 29 de junio último en la localidad cordobesa de Laboulaye, solicitó ante la Justicia que el menor de edad fuera restituido a sus padres, mientras que los directivos de la escuela a la que concurrían ambos, fueron apartados de sus cargos por disposición del Ministerio de Educación provincial, informaron ayer fuentes judiciales y ministeriales.
El autor del crimen de Sperani, que por tener solo 14 años es inimputable, sigue alojado en el Centro de Admisión y Diagnóstico, que depende del Complejo Esperanza de la ciudad de Córdoba, pero su representante legal, el abogado Raúl Palacios, manifestó a Télam que pidió el “cese de la privación de su libertad y que sea restituido a sus progenitores”.
El letrado especificó que se fundamentó el planteo a partir de un fallo del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), emitido el 25 de septiembre último, que insta a los jueces penales juveniles a que “busquen otras alternativas distintas a la internación” en el Complejo Esperanza para el tratamiento de los casos de los menores que cometen delitos y que por su edad no son punibles.
Según explicó el abogado, en ese dictamen, el TSJ dice que los menores de edad “no pueden estar privados de su libertad”, por lo que ahora esperan que el juez de Control, Niñez, Adolescencia, Penal Juvenil, Violencia Familiar y de Género y Faltas de Laboulaye, Sebastián Ignacio Moro, se expida sobre el pedido de “restitución a sus padres”.
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