Continúa la investigación policial por el crimen ocurrido el sábado último, en un cumpleaños de 15, en General Villegas.
El hecho ocurrió alrededor de las 5.30 de la madrugada, cuando finalizaba una fiesta en un salón de eventos ubicado sobre la calle Llorente, entre Castelli y Brown, de General Villegas, donde falleció Darío Lombardo (18), a causa de las heridas con arma blanca que sufrió en su abdomen.
Un adolescente de 16 años detenido por este crimen pero se negó a declarar ante el fiscal que interviene en la causa, quedó imputado por homicidio y alojado en un instituto de menores.
El sospechoso fue indagado ayer por el fiscal Leandro Cortellezzi, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil de Trenque Lauquen. Se presentó junto a su abogado y negó a declarar, tras lo cual quedó alojado en un Centro Juvenil de la ciudad de Bahía Blanca hasta el viernes próximo, cuando la jueza de Garantías del Joven de dicho Departamento Judicial, Ana Bajlec, realizará una audiencia para resolver la prisión preventiva solicitada por el fiscal.
La madre de la víctima, Norma Andrade, en diálogo con el medio local Distrito Interior, habló sobre lo sucedido. Cree que el único imputado no es el único responsable de lo ocurrido a su hijo.
Pidió a aquellas personas que manifiestan haber visto a más personas atacar a Darío se acerquen a declarar. «Me llega cada cosa, me dicen cada cosa, pero les pido por favor que se acerquen a declarar», apuntó.
Sobre su actitud y la de su esposo en la tarde noche del domingo cuando un grupo de amigos y algunos de sus hijos, hermanos de la víctima, reclamaron frente a la comisaría con pancartas y quemas de cubiertas, lo que terminó en una avanzada de las Fuerzas Especiales que custodiaban el lugar, sostuvo que hacía unas horas que había dado el último adiós a su hijo, por lo que quería y quiere que él descanse en paz; además que aseguró, la marcha fue sin su autorización.
«Yo hoy estoy hablando tranquila, pero por dentro me estoy muriendo», expresó.
La mamá de Darío Lombardo reconoció que el problema entre las partes era de larga data, aunque «la bronca» no era con su hijo, pero que al tomar se tornaban agresivos, tanto que hace unos meses lo corrieron con un cuchillo, siendo ayudado por una amiga que evitó que lo lastimaran, recordó.
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