Brenda Agüero, la enfermera detenida por las muertes sospechosas de bebés en el Hospital Materno Neonatal de Córdoba, se abstuvo de declarar ante el fiscal Raúl Garzón por la ampliación de las acusaciones. El representante del ministerio público, en octubre pasado, le había sumado tres homicidios calificados más a los dos que ya tenía y ocho intentos de homicidio de bebés. En tanto, los abogados de la mujer recusaron a Garzón.
El fiscal le leyó los nuevos cargos y ella no aceptó responder preguntas y se abstuvo de declarar. Todo el trámite le llevó alrededor de una hora. Agüero ya estaba acusada por el homicidio de dos bebés. A fines de octubre pasado Garzón le había dictado la prisión preventiva y había agravado los cargos por los otros tres fallecidos y los sobrevivientes (en ese caso, intento de homicidio). La acusación por las primeras cinco es homicidio calificado por aplicar un método insidioso. La pena prevista para estos delitos es prisión perpetua.
Para sus defensores, la ampliación de la acusación, “no tiene sustento legal”. Para lo único que habló la imputada, según su abogado Juan Pedro García, fue para decirle al fiscal que él la “maltrató” cuando el 29 de noviembre pasado la fue a ver a la cárcel de Bouwer, donde está detenida desde mediados de agosto.
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