El comienzo de clases del ciclo lectivo 2022 llega con los festejos del Último Primer Día (UPD), un ritual de los próximos egresados de la escuela secundaria, que se ha consolidado en la Provincia, y que ha generado más de un inconveniente.
Desde el Gobierno buscan desalentar el consumo de alcohol e incluso, la propia cartera educativa bonaerense elaboró un documento que fue girado a todas las escuelas de enseñanza media para que adopten las medidas que eviten inconvenientes para los propios alumnos y la comunidad educativa.
A su vez, desde la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires se lanzó una campaña en redes sociales para evitar problemas con el consumo de alcohol que pueden generar accidentes de tránsito y diversos inconvenientes en la comunidad educativa y se sugirió a las autoridades no adoptar solo medidas restrictivas o prohibitivas.
El secretario de Seguridad, Andrés Rosa, destacó el acompañamiento tanto de los oficiales de la policía como el de los agentes viales locales, previstos para la jornada.
Para llevar a cabo el festejo, se dividieron tres espacios comunes de la ciudad para facilitar la coordinación de los mismos y su seguridad.
Según Rosa, “los alumnos estarán ubicados en tres espacios: el boliche “Hook”, ubicado en Ramón Hernández 1048, el salón de eventos “Boulevard”, ubicado en calle Pastor Bauman 74 y el nuevo salón “Terremoto Bailable”, ubicado en las inmediaciones de Intendente de la Sota y Alberdi”.
A su vez, el secretario mencionó que la seguridad para los alumnos y el operativo fueron previstos con anterioridad y en conjunto con los padres de los mismos, y agregó que “se acordó previamente que para la jornada se pondrán a disposición 100 efectivos policiales que prestarán servicio en forma escalonada”.
En ese sentido, Rosa resaltó que “según lo acordado con los padres, la jornada finalizará a las 5:30, donde los alumnos serán escoltados por oficiales de la Policía en su trayecto hacia la Fuente del Milenio, donde se reunirán todos los colegios”.
El festejo
El festejo surgió hace varios años por afuera de la institucionalidad, y rápidamente tomó tal fuerza que quedó como una fecha más del calendario escolar para quienes van a cursar el último año de los estudios secundarios.
Bailes, bombas de estruendo, disfraces, espuma, música, corte de tránsito y mucha algarabía acompaña cada ritual que se realiza en los colegios, con semanas, a veces meses, de anticipación en la organización por parte de los propios estudiantes.
“Alcohol no es diversión”
En tanto, desde la Defensoría del Pueblo Adjunta de la provincia de Buenos resaltan: “Hacemos especial hincapié en desmitificar la idea de que consumir alcohol es igual a diversión. A su vez, remarcamos que todo consumo de alcohol por parte de menores de 18 años es de riesgo. No existe un nivel “saludable” o “tolerable” porque el cuerpo está en crecimiento y resulta más vulnerable. Además, la desinhibición ligada al alcohol lleva al relajamiento en el cumplimiento de las medidas sanitarias”.
También advierten desde distintos sectores que se debe controlar y evitar la realización de fiestas clandestinas que pueden terminar en situaciones no deseadas. Ante esa situación, desde la Defensoría provincial piden alojar y contener a los alumnos, no dejarlos solos y proponer desde los colegios cuidados compartidos.
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