Un expolicía fue condenado ayer a prisión perpetua por el femicidio de su expareja, Úrsula Bahillo, quien fue asesinada de 15 puñaladas en febrero pasado luego de denunciarlo varias veces por violencia de género, en la ciudad de Rojas.
Se trata de Matías Ezequiel Martínez (26), quien fue encontrado culpable del "homicidio doblemente agravado por el vínculo, por alevosía y por femicidio" de Úrsula (18), sumando cuatro hechos por violación de las restricciones perimetrales.
La audiencia se desarrolló desde poco después de las 10 en el sexto piso de la sede de los tribunales de Junín con la lectura del fallo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1, a cargo de Esteban Melilli, Karina Piegari y Claudia Dana.
La pena impuesta por el tribunal coincidió con lo que habían solicitado en sus respectivos alegatos el fiscal de juicio, Sergio Terrón, y el abogado representante del particular damnificado, Emiliano Basso.
El acusado Martínez llegó a la sala fuertemente custodiado por el personal del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), quienes tras la lectura del veredicto lo retiraron inmediatamente del lugar en medio de gritos de pedido de justicia de los familiares y amigos de Úrsula.
Tras conocerse la sentencia se vivieron momentos de dolor. Patricia Nasutti, madre de Úrsula, gritó en plena sala de audiencia: "Volá alto hija mía, volá alto hija. Que se pudra en la cárcel".
"La condena fue ejemplar y el tribunal rechazó todos los pedidos de nulidad que había presentado la defensa de Martínez". Emiliano Basso.
"Gracias Dios por suavizar el alma. Se logró que se haga justicia y que pague con la cárcel por lo que le hizo a mi hija. Volá bien alto chiquita mía", se expresó la mujer llorando a los gritos.
A su vez, el padre de Úrsula agradeció al tribunal, al fiscal Sergio Terrón y a los abogados Emiliano Basso y Fabián González por "el trabajo realizado" tras la lectura del veredicto y criticó la labor de un juez de Mercedes que el pasado enero le negó un pedido de prisión del condenado Martínez, quien había sido acusado de atacar sexualmente a una niña con discapacidad.
"No estamos agradecidos con el juez de Mercedes que no dio lugar al pedido de prisión luego de la cámara Gesell. Porque si él hubiera hecho lo que debía, Úrsula hoy estaría viva. Úrsula fue víctima del sistema", dijo Adolfo Bahillo, papá de la víctima, minutos después de conocer el veredicto.
Por su parte, el abogado González afirmó que “surge de los expedientes la responsabilidad del Estado. En Mercedes no ordenaron la detención del condenado por las vacaciones y mató a Úrsula. Hubo una omisión indebida, se tienen que hacer cargo y se toman licencia”.
"No estamos agradecidos con el juez de Mercedes que no dio lugar al pedido de prisión luego de la cámara Gesell. Porque si él hubiera hecho lo que debía, Úrsula hoy estaría viva. Úrsula fue víctima del sistema”. Adolfo Bahillo, papá de la víctima.
En tanto Basso, quien representa a la familia de la víctima, dijo que "la condena fue ejemplar y el tribunal rechazó todos los pedidos de nulidad que había presentado la defensa de Martínez", en relación a que sea condenado por "homicidio en exceso de la legítima defensa".
"Lo que se demostró es que Martínez fue quien atacó a Úrsula y no ella a él como se quería plantar durante el plantea de la defensa. El cuchillo lo tenía él y con ese atacó a la joven. Sus padres, Patricia y Adolfo, están muy conformes por la condena, pero a la vez dolidos por la pérdida de su hija", remarcó.
El fallo
En el fallo, los jueces calificaron el caso como “femicidio” ya que demostraron “el contexto de violencia de género (física y psicológica) en el cual se desarrollaba la relación de pareja entre Matías Martínez y Úrsula Bahillo y donde se produjo el lamentable desenlace”.
“Se destaca como relevante la tramitación de dos procesos judiciales específicos ante el Juzgado de Paz Letrado de Rojas, donde se insertaron varios quebrantamientos a medidas cautelares vigentes e impuestas -con anterioridad al hecho de marras- y que fueron objeto del proceso y serán analizadas oportunamente”, precisaron los magistrados.
Los jueces aseguraron en el veredicto que "no existen elementos probatorios que permitan afirmar que el obrar de Matías Martínez constituyó una reacción frente a una agresión ilegítima materializada por Úrsula Bahillo".
Según pudo reconstruir el tribunal, el día 8 de febrero de este año, Matías Martínez y Úrsula Bahillo concertaron un encuentro a través de mensajes de texto, el cual se materializó a las 16.30, cuando Martínez pasó a buscar a Úrsula a bordo de su vehículo, por un negocio dedicado a la venta de repuestos de autos de la localidad de Rojas.
Luego, los jueces establecieron que ambos se dirigieron al paraje Guido Spano, a unos 13 kilómetros de Rojas, en el noroeste de la provincia de Buenos Aires, y se detuvieron en la primera entrada junto al río, donde compartieron la tarde.
Cerca de las 20.30, cuando Bahillo y Martínez emprendían la vuelta hacia la localidad de Rojas, “descendieron del auto, y a unos siete u ocho metros de distancia desde el lugar donde se hallaba detenido el vehículo, Martínez empleando una cuchilla con significativo filo, le aplicó una puñalada a Úrsula en la zona del flanco izquierdo”.
“Seguidamente Martínez le causó lesiones en región dorsal y dorso lumbar, así como otras en región de abdomen, las cuales fueron causadas en un período preagónico a consecuencia de importante sangrado que generaron las lesiones mortales, destacando que algunas de las lesiones que Martínez causó a Úrsula, con posterioridad a las mortales, fueron provocadas mientras la víctima yacía agonizando en el suelo”, detallaron los jueces.
El femicidio fue descubierto tras un alerta al 911 de un tío del condenado, quien refirió que creía que su sobrino había matado a una joven porque le confesó en un llamado que "se había mandado una cagada".
Al llegar al lugar, la Policía encontró a la chica asesinada y al hombre malherido, ya que después del crimen se clavó el arma homicida en el abdomen, adentro de su auto.
Martínez intentó escapar a pie por los pastizales, pero fue reducido y quedó detenido.
Úrsula había denunciado en varias oportunidades a su exnovio por amenazas y violencia de género e incluso el policía tenía una medida de restricción perimetral que había violado dos días antes del crimen.
El juicio por el femicidio de la joven comenzó el viernes 3 de diciembre último y se llevó a cabo de manera presencial, con el aforo correspondiente por la pandemia del coronavirus.
Otra condena
El acusado estaba detenido en la Unidad Penal 49 de Junín, ya que el pasado 22 de febrero fue condenado por el juez en lo Correccional 1, Héctor Alberto Barbera, por los delitos de "lesiones leves agravadas en concurso con amenazas agravadas", en perjuicio de una expareja atacada en 2017.
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