La fiscalía y la querella pidieron reclusión perpetua para el expolicía bonaerense Matías Ezequiel Martínez, acusado de asesinar a la joven Úrsula Bahillo en Rojas, en febrero pasado, mientras que la defensa solicitó que se lo condene por “homicidio en legítima defensa”. El veredicto se conocerá el próximo martes 14 de diciembre.
Este viernes por la tarde, el abogado Emiliano Basso, representante legal de la familia de la joven asesinada, coincidió en su alegato con el del fiscal Sergio Terrón y ambos solicitaron la pena máxima para el acusado.
Martínez comenzó a ser juzgado por la mañana y ante el Tribunal Oral Criminal N° 1 de Junín dijo que ella lo atacó primero con un cuchillo y que por eso él "desesperado" la mató.
El acusado dijo que fue la joven de 18 años quien durante un encuentro para terminar la relación en el paraje de Guido Spano, a diez kilómetros de Rojas, lo abrazó y le dio un puntazo en el abdomen con un cuchillo.
"No tuve intención de hacerle daño, fue un momento desesperado", dijo en su indagatoria ante el Tribunal donde comenzó a ser juzgado.
"Sentí mi vida en peligro", señaló Martínez, tratando de argumentar que, presuntamente, actuó en defensa propia y, ante ello, el fiscal de juicio Sergio Terrón le preguntó qué pasó que Úrsula terminó apuñalada 15 veces: "No recuerdo haberla apuñalado", contestó.
En su defensa, Martínez indicó que el cuchillo encontrado en la escena del crimen no era de él.
Según su versión, nunca antes había agredido a Úrsula, aunque consta que hubo varias denuncias de la joven por violencia y amenazas en esos siete meses de relación antes del femicidio ocurrido el 8 de febrero pasado.
Previo a las declaraciones, la defensa, el fiscal y la querella coincidieron en que ambos mantuvieron un noviazgo y que él la mató, mientras que Martínez dijo que lo hizo para defenderse luego de que Úrsula le diera un puntazo.
El expolicía aseguró que nunca antes había intimidado a la joven, mientras que manifestó que él quería terminar la relación en paz.
La fiscalía le recordó que en cuatro ocasiones Martínez violó las restricciones perimetrales que le había impuesto la Justicia ante las denuncias de Úrsula.
Es que el 15 de enero último la llamó varias veces, el 5 de febrero también y hasta le mandó 79 mensajes, mientras que el 6 y 7 de ese mes la interceptó en las calles de Rojas.
"Yo no la traté mal", declaró Martínez, que aseguró que eran falsas las denuncias que realizaba la joven, a la vez que comentó: "Yo hacía todo lo que ella me pedía".
Durante el juicio, otra de las controversias fue de quién era el cuchillo utilizado en el crimen de Úrsula.
El exoficial dijo que no era de él y cuando declaró Adolfo Bahillo, el papá de la joven, aseguró que nunca tuvieron ese tipo de arma blanca en su casa ni tampoco en una confitería de la cual él era propietario. “Recuerdo que el tío de Martínez era carnicero”, subrayó.
También declaró Ariel Luna, el tío del acusado, ya que ese 8 de febrero Martínez lo llamó diciéndole "que se había mandado una cagada" y le pidió "ayuda".
Luna recordó que fue a Guido Spano con su mujer y la policía y cuando llegaron Martínez estaba todo ensangrentado sentado en el auto, y que los efectivos lo golpearon y lo detuvieron.
Las pericias
La perito forense Carolina Pérez Mernes, recordó que el cuerpo de la víctima “presentaba restos hemáticos en el cuello como en el tórax, y que presentaba lesiones de defensa compatibles con agarrar el cuchillo".
Y que “había diferentes lesiones y que las que la llevaron al deceso son las del cuello que comprometieron a la arteria y venas”.
Por su parte, el perito criminal Lic. Doros, que trabajó en la escena del crimen, sostuvo que en el piso “se veían manchas de sangre dinámica y estáticas, ya cerca del cuerpo”.
Y agregó que “hay un fuerte sangrado en el momento en el que se produce la lesión arterial, para luego ir hacia el lugar donde cae”, al costado derecho del automóvil.
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