Tras un allanamiento, se pudo comprobar que en un supermercado chino de Junín, ubicado en avenida Ramón Hernández, vivían ciudadanos asiáticos bajo condiciones inhumanas, que eran explotados laboralmente.
Según informaron, “detrás de unos cajones de bebidas, dentro de un depósito, se halló un hueco en la pared que conducía hacia una pieza precaria donde vivían y dormían las personas hacinadas, sin los elementos mínimos de higiene y comodidad”.
La investigación la llevó a cabo el Juzgado Federal, en conjunto con personal de la Dirección Nacional Migraciones y efectivos de Policía Federal.
Si bien el local fue clausurado por la Justicia, personal de Bromatología y Control Ciudadano labró actas de infracción correspondientes por irregularidades detectadas.
Por último, se notificó a dos ciudadanos chinos de actas migratorias por residencia ilegal en el país.
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