Los ciberdelitos continúan creciendo, potenciados por la pandemia, y los métodos para sacarle plata a la víctima, con engaños para que lo hagan voluntariamente, evolucionan.
En efecto, una nueva modalidad del “cuento del tío”, que tiene en alerta a los vecinos, se acrecentó esta semana en Junín, donde se registraron varias denuncias.
Según informaron, a través de mensajes de WhatsApp, un ciberatacante, que simula ser amigo o familiar, contacta a la víctima y le avisa que cambió de número de teléfono para que lo agende nuevamente.
Siguiendo la conversación, “el delincuente le pregunta al damnificado si conoce a alguien que quiera comprarle dólares o una casa de cambio”.
En el paso siguiente, si la víctima se muestra interesada en realizar la transacción y se ofrece como comprador, el ladrón le cede su número de CBU y le pide que le transfiera los pesos, y le dice que, al día siguiente, “nos encontramos, así te doy los dólares”.
El proceso
El proceso suele comenzar con un acceso no autorizado, a perfiles de redes sociales o a Gmail, aunque también se puede lograr con un poco de Ingeniería Social: entrar a las cuentas -abiertas- de las personas, anotar algunos datos y guardar algunas fotos.
Si tenemos una contraseña débil, o ya fuimos víctimas de phishing, es posible que la mecánica incluya el robo de nuestra lista de contactos, sincronizada con WhatsApp.
Con esta información, los cibercriminales se hacen pasar por amigos o familiares, usando el nombre de pila, un apodo o seudónimo con el que los tenemos guardados en la agenda.
El engaño puede incluir una foto del WhatsApp original de la persona que dice escribirnos o de algunas de sus redes sociales. Los delincuentes las auditan los días previos para armar un “guión”, con datos para generar empatía y confianza. Y nunca quieren que la víctima los llame al celular desde el que están escribiendo.
Las denuncias aumentaron un 200%
“En lo que respecta a los montos, por tratarse de estafas masivas que reciben varias personas a la vez, no hay un volumen cuantificado de las víctimas. Si se puede decir que los montos generalmente rondan al equivalente en pesos de entre los 300 y los 1000 dólares” explicó Gabriel Zurdo, CEO de BTR Consulting, especialista en ciberseguridad, riesgo tecnológico y de negocios.
La Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires informó que a partir del aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) las denuncias respecto a las estafas virtuales aumentaron un 200%.
“Se vio un notorio aumento desde el inicio del ASPO, donde las actividades en línea aumentaron significativamente y con ello sus respectivas amenazas y riesgos. Las estafas más comunes suceden a través de cuentas apócrifas, redes sociales, mails o llamados telefónicos, armados con la idea de confundir y que las personas coloquen allí o manifiesten sus datos personales y, de esta manera, robarles su identidad”, explicó Arturo Pozzali, Defensor Adjunto y Defensor del Cliente Bancario.
Además, desde la Defensoría advierten que muchas de estas denuncias están ligadas a la nueva modalidad llamada phishing. “Es el cuento del tío evolucionado al 2.0. Son cuentas en redes sociales o mails con las mismas características que las oficiales, pero con pequeñas diferencias posiblemente imperceptibles, donde uno coloca sus datos, sus claves, sus mails y un grupo de personas se hace de esos datos, los roba y logra entrar a los homebankings y hacer operaciones”, advirtió Pozzali.
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