Otro incendio de pastizales se produjo en la zona rural del partido de Junín.
En efecto, en la tarde de este jueves, una dotación de cuartel de Bomberos de Junín concurrió a sofocar una quema de grandes dimensiones, en un campo ubicado en inmediaciones de la localidad de Saforcada.
También se sumaron al trabajo de extinción, dos disqueadoras que labraron la tierra alrededor del incendio para evitar que se propague.
Cabe destacar que el martes por la noche, se produjo un foco ígneo a la altura del camino que une la Ciudad con Agustín Roca, cuyas grandes llamas pudieron ser percibidas desde el casco urbano.
En este contexto de trabajo extremo que viene llevan a cabo los Bomberos, desde el cuartel local alertaron a la población para prevenir este tipo de igniciones, que suelen ser provocadas con intencionalidad, “en un 99 por ciento”.
“Como siempre instamos a evitar cualquier tipo de quema y a mantener limpios los alrededores de las viviendas, como así también denunciar inmediatamente a cualquier persona que se observe realizando una quema o provocando una fogata en sectores de pastizales”, apuntaron.
“Estamos trabajando en una campaña de prevención, porque, en un 99%, las quemas son relacionadas a causas humanas”, manifestaron.
Estas situaciones “representan deterioro de las unidades, gasto económico, y destino de medios innecesarios; riesgos humanos, al tránsito (por la baja visibilidad que provoca el humo) y a la salud, entre otros”, sostuvieron.
“En localidades vecinas, las estadísticas de incendios de pastizales es mucho menor y esto se debe simplemente a que la gente no tiene el hábito de prender fuego, ya sea por limpieza o por otros motivos”, subrayaron.
“En esta época del año, la sequía hace mayor las posibilidades de propagación. Por suerte, no se han lamentado personas heridas ni bienes que hayan sufrido daños”, concluyeron.
Los riesgos
Los días ventosos, elevan el riesgo de ocasionar graves incendios, a raíz de las quemas “controladas” de pastizales secos que en esta época fría del año abundan en los campos.
En muchas ocasiones, las llamas fuera de control provocan pérdidas importantes en la flora y fauna, y también ponen en riesgo la vida humana. Además, contaminan los asentamientos poblacionales cercanos con las columnas de humo, como ocurrió esta semana en Junín.
Estas acciones se realizan generalmente para renovar la vegetación seca o como método de limpieza. Sin embargo, aunque se hagan de manera inspeccionada, destruyen el ecosistema, incluyendo toda la biodiversidad existente, como aves o mamíferos que habitan y utilizan como protección al pastizal pampeano.
Al daño del ecosistema, se suma el humo que contamina el aire y emite gases de invernadero. El material creado, la ceniza, produce daños a la salud, como la dificultad para respirar, y en muchos casos ha traído problemas para transitar en rutas y caminos rurales, ya que se reduce la visibilidad.
Si bien esta práctica es rápida y económica para limpiar los terrenos de malezas, a la larga puede perjudicar al terreno mismo afectando la microfauna y la biodiversidad que pueda tener ese suelo.
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