El crimen conmociona a la zona oeste del Gran Buenos Aires. Mariano Alberto Martino, el martillero asesinado cuando mostraba una casa en la localidad bonaerense de Williams Morris, tenía 59 años y era dueño de Martino Propiedades, una inmobiliaria muy conocida en la localidad de Hurlingham. Martino trabaja desde hace muchos años en el local ubicado en la avenida Vergara 3896. Su inmobiliaria está especializada en lotes, casas y galpones de esa populosa zona bonaerense.
El hombre estaba desaparecido desde el jueves a la mañana y fue hallado asesinado después de ir a mostrar una casa en Williams Morris. “Mi familia está mal, fue muy trágico todo. Lo único que puedo llegar a saber es que la mujer con la que se contactó por chat es la que entró con su pareja a la casa con mi papá, después entró otro hombre y las cámaras muestran que salen ellos tres y mi papá no”, contó Estefanía, hija de Martino, en diálogo con TN.
Su cuerpo fue hallado el jueves a las 19.30 en una casa en venta de las calles Delfor Díaz y Villegas. La víctima fue encontrada asesinada a golpes y atada de pies y manos con precintos plásticos.
Martino era una persona conocida en la zona. En su perfil de Facebook contó que hizo la secundaria en la escuela Técnica de Hurlingham y luego estudió en el Colegio de Martilleros y Corredores Públicos de San Martin. En esa red social señaló que sus intereses se repartían entre la cocina, el ciclismo y el ejercicio. El jueves a las 7 de la mañana Martino salió de su vivienda con su automóvil, un Peugeot 206 gris, y le comentó a su esposa que se dirigía a mostrar una propiedad a una pareja.
Fue la última vez que supieron de él. Al pasar las horas, su familia comenzó a preocuparse ya que no atendía su teléfono celular. Su esposa, a través de una aplicación de geolocalización, logró ubicar el lugar donde se encontraba el celular de Martino en Villa Trujui, en el partido de Moreno. Entonces se dirigió hasta allí y halló el vehículo de su marido en el cruce de las calles Junín y Quilmes, a la vera del río Reconquista.
En el interior del auto estaban las pertenencias de su esposo, entre ellas, la billetera, unas llaves y un reloj. Los bomberos voluntarios de Moreno encontraron luego, en la orilla del río, el teléfono celular de la víctima. La mujer llamó al 911 y se dirigió luego a la comisaría segunda de Moreno para formalizar la denuncia por averiguación de paradero.
El caso comenzó a ser investigado por el fiscal Leandro Ventricelli, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de Moreno. Con ayuda de la familia, se pudo desbloquear y acceder al contenido del celular del martillero. Allí se encontraron mensajes de una conversación con los presuntos clientes con los que debía encontrarse esa mañana.
A partir del relevamiento de cámaras de seguridad, se determinó que pasadas las 9.30, el auto de Martino circuló, conducido por otra persona, por la Autopista del Buen Ayre, desde Hurlingham hacia el lugar de hallazgo del vehículo, acompañado de una motocicleta.
De esa manera se halló la vivienda donde encontró el cadáver de la víctima. Por imágenes de cámaras de seguridad, se pudo observar que Martino llegó en su auto a las 7.41, a las 7.53 se encontró con la pareja e ingresaron a la vivienda. Un minuto más tarde, entró a la propiedad otro hombre que llegó solo y, segundos después, la mujer abandonó la casa.
Según esas imágenes, a las 9.28, los dos hombres se fueron de la casa sin el martillero, a bordo del Peugeot 206 de la víctima y de un Honda CRV gris oscuro.
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