El humo cubrió el sol.
A LA ALTURA DE EL CARPINCHO

La sequía que afecta a la Región reavivó los incendios de pastizales en Junín

Las quemas se produjeron ayer en una franja que abarca el camino a La Oriental, donde la gran masa de humo cubrió el sol y el día se volvió noche. En el casco urbano de Junín, también, se percibieron los efectos del foco ígneo a través de la humareda que se respiró en la tarde.

Por la tremenda sequía que afecta a la Región y la pronunciada bajante del Salado, ayer se registraron incendios de rastrojos en dos campos ubicados en la zona de la laguna El Carpincho, donde los bomberos, al cierre de esta edición, seguían trabajando desde el mediodía.
Las quemas se produjeron en una franja que abarca el camino a La Oriental, donde la gran masa humo cubrió el sol y el día se volvió noche.
En el casco urbano de Junín, también, se percibieron los efectos del foco ígneo a través la humareda que se respiró durante la tarde.
Por ejemplo, a la altura de avenida Circunvalación y Alvear, la visibilidad se redujo en 20 metros, lo que ocasionó trastornos en el tránsito vehicular. 
Desde Bomberos de Junín informaron a Democracia que trabajaban dos dotaciones y que todavía no estaban identificados los responsables de este accionar.

Quemas “controladas”
Los días ventosos, como los que están azotando a la Región, elevan el riesgo y peligro de ocasionar graves incendios, a raíz de las quemas “controladas” de pastizales.
En muchas ocasiones, las llamas fuera de control provocan pérdidas importantes en la flora y la fauna y también ponen en riesgo la vida humana. Además, contaminan los asentamientos poblacionales cercanos con las columnas de humo.
Estas acciones se realizan generalmente para renovar la vegetación seca o como método de limpieza. Sin embargo, aunque se hagan de manera inspeccionada, destruyen el ecosistema, incluyendo toda la biodiversidad existente, como aves o mamíferos que habitan y utilizan como protección al pastizal pampeano.


Al daño del ecosistema se suma el humo que contamina el aire y emite gases de invernadero. El material creado, la ceniza, produce daños a la salud, como la dificultad para respirar y en muchos casos ha traído problemas para transitar en rutas y caminos rurales, ya que se reduce la visibilidad.
Si bien esta práctica es rápida y económica para limpiar los terrenos de malezas, a la larga puede perjudicar al terreno mismo afectando la microfauna y la biodiversidad que pueda tener ese suelo.