Este mediodía decenas de personas marcharon por el centro de Junín pidiendo por la aparición de Rosa Fernández, que se encuentra desaparecida desde el domingo 26 de julio cuando salió de su casa con dirección a lo de una amiga.
La investigación por la desaparición la joven de 29 años sumó ayer nuevos elementos probatorios. En efecto, fuentes con acceso al expediente judicial revelaron ayer a Democracia que utilizaba cuatro teléfonos celulares y tenía dos perfiles de Facebook.
Estos datos eran desconocidos por los investigadores, hasta ayer, por eso ahora se abrieron nuevas posibilidades para los pesquisantes, que esperan los resultados de peritajes de los dispositivos móviles y de las redes sociales, que podrían ser claves.
Fuentes informales informaron a este diario que el resultado de las muestras de sangre halladas en un auto habría dado negativo –corresponderían a un hombre-, aunque se espera una contraprueba para descartar ese elemento.
Para la policía y los investigadores, comienza a ser fundamental la colaboración de la ciudadanía para aportar cualquier dato de interés para la causa. Para eso el municipio, en conjunto con la Fiscalía, ofrece una recompensa de 100 mil pesos y garantiza la completa reserva de la identidad.
En montes y taperas
Fuentes policiales informaron que ayer continuó la búsqueda a pie y examinando montes y taperas.
“Se buscó en el cuadrante norte de la ciudad y en inmediaciones de Chile y Lugones. Asimismo, se continúa con la investigación, tomando declaraciones testimoniales necesarias, como así también el trabajo correspondiente sobre pruebas colectadas de peritajes”, agregaron.
A más de dos semanas, la dramática búsqueda no arrojó hasta el momento pistas convincentes y por eso los investigadores del caso no descartan ninguna hipótesis, mientras que los resultados de distintas pericias comenzarán a revelarse en el transcurso de la semana.
“Hay una batería de pruebas en curso que se fueron analizando, como los teléfonos. Yo entiendo la demanda de la sociedad exigiendo y pidiendo pronta respuesta, pero hay que entender los procesos lógicos de las pericias”, dijo Pedernera.
“Cuando uno abre un celular, el soporte técnico pericial extrae la información. Pero luego, para procesarla, se requiere del recurso humano y hay una infinidad de datos que hay que procesar uno por uno”, señaló.
Estos artefactos fueron incautados para proceder al entrecruzamiento de datos y llamadas, que podrían echar un poco de luz a una causa que, por el momento, presenta más interrogantes que certezas.
Por su parte, el director de Seguridad del municipio, Luis Chami, afirmó a Democracia que se están intentando recuperar mensajes de texto que fueron eliminados, una de las claves que los pesquisantes buscan desentrañar.
Rosa fue vista por última vez el domingo 26, a las 18.30, cuando dejó su casa en Chile al 600 para ir a la de una amiga, pero nunca llegó al destino.
Según se pudo comprobar por las cámaras de seguridad municipales, antes de desaparecer, la mujer descendió del rodado de su expareja en inmediaciones de las calles Magaldi y Quintana, quien, según declaró, la llevó a la vivienda de una amiga, a la que nunca arribó.
En el momento de su desaparición, vestía calzas negras con estampado de flores color verde militar y una campera de hilo color negro.
La mujer es delgada, tiene una estatura de 1,50 m, cabello oscuro, ojos marrones claros y posee dos tatuajes: una medialuna y una rosa en uno de los brazos, donde reza el nombre Valentina. Es ama de casa, soltera y madre de cuatro hijos.
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