ASEGURAN QUE EL DETENIDO ES VIOLENTO Y SIEMPRE AMENAZABA A JOVENES

Asesinó de un tiro a un chico y vecinos prendieron fuego su casa

Un hombre fue detenido como presunto autor del homicidio de un adolescente que recibió un balazo en el pecho, mientras que familiares y amigos de la víctima le quemaron la casa.

Un adolescente de 14 años fue asesinado de un disparo por la espalda y por el crimen fue detenido un vecino que salió a la calle armado al ver que la víctima y unos amigos le arrojaban piedras a su perro porque había mordido a uno de ellos, en Merlo.
Tras el crimen, unos 60 vecinos de la víctima, identificada como Federico Daian Aguirre, atacaron a pedradas la casa del sindicado agresor y luego la prendieron fuego. El episodio se registró el domingo, cerca de las 23, cuando un grupo de chicos de entre 14 y 15 años jugaba en la calle y pateaba botellas.
Cuando el grupo caminaba por la calle Iwanowski, a metros del cruce con Torres, uno de los jóvenes fue mordido por un perro, motivo por el cual los demás comenzaron a arrojarle piedras al animal para espantarlo. "Cuando un amigo empieza a patear unas botellas el perro lo agarra de la pierna, entonces otro amigo le tiró un botellazo y empezamos a tirar piedras para que el animal lo suelte y espantarlo", contó a la prensa uno de los jóvenes testigos.
En esas circunstancias, de una casa situada a pocos metros, salió el dueño del perro, quien estaba armado con una carabina.
"Sale el tipo y les apunta con el arma que tenía. Les dice 'pendejos de mierda, tómensela' y empieza a tirar tiros", detalló un hermano de la víctima, identificado como Lionel Aguirre.
"Todos corren y mi hermano se queda atrás, otro amigo le dice 'dale Fede, no jodás', pero él le dice 'no puedo correr, no puedo', ahí ven que tenía la mano con sangre. Después le agarró una convulsión, le salió sangre por la boca", agregó.
La víctima presentaba dos impactos, uno en una pierna y otro en la espalda, éste último que le atravesó el corazón. El chico baleado fue trasladado al hospital de Merlo, donde murió poco después debido a la gravedad de las lesiones.
En tanto el sindicado agresor, identificado por la policía como Eduardo Cabana (36), fue detenido y trasladado a la seccional local. Tras conocer la muerte del adolescente, cerca de 60 vecinos enardecidos se acercaron a la casa de Cabana, arrojaron piedras y la incendiaron.
La situación se extendió hasta que el grupo GAD de la Departamental Merlo pudo dispersar a los vecinos.
La casa del acusado quedó completamente quemada y destruida, no obstante lo cual en un allanamiento policial se pudo hallar el arma presumiblemente homicida, una carabina calibre 22 con la numeración suprimida.
Ayer, la madre de Cabana, Irene, quien vive en una casa situada detrás de la de su hijo, admitió que fue él quien mató al chico y explicó que el grupo de muchachos siempre lo molestaba.
"No voy a negar que él lo mató, pero siempre lo molestaban, igual no es razón para matar", expresó la mujer. Irene dijo además que la carabina pertenecía a su esposo y que su hijo se la sacó.

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