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Hay un solo detenido: Gustavo Silvestre Núñez Ibarra.
EL ASESINATO OCURRIÓ EL 21 DE DICIEMBRE DE 2015

Pasaron cuatro años del femicidio de Ludmilia Bazán y aún no hay sentencia

El Tribunal Oral 1 de Junín había considerado que la víctima de femicidio estaba viva cuando intervinieron tres de los cuatro imputados, por lo que serían coautores y no encubridores: Quiñones Chiñolis, Pérez Sanabria y González Leith. Núñez Ibarra es el único detenido.

A cuatro años del femicidio de Ludmila Bazán y a más de uno del juicio oral, que se realizó en mayo de 2018, la Cámara de Casación Penal aun no resolvió sobre la apelación del veredicto dictado en ese momento por el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 1 de Junín. De los cuatro acusados hay un solo detenido: Gustavo Silvestre Núñez Ibarra.
"Un 21 de diciembre de 2015, le quitaron la vida a mi hija y así destruyeron la vida de nuestra familia y de su hijita, mi nietita. Ya no tengo más palabras para seguir relatando y cada año que pasa, el dolor es más grande. Solo pido justicia para que estos miserables paguen por semejante dolor irreparable", manifestó el padre de la víctima, Osmar Bazán.
Los jueces habían determinado que las pruebas otorgadas por la fiscalía no fueron “objetivas, con falta de motivación y fundamentación, por lo que no se podía aceptar la acusación de ‘encubrimiento’ hacia los tres imputados restantes: Alberto Quiñones Chiñolis, Patrocinio Pérez Sanabria y Luciano González Leith” que hoy gozan de libertad.
Esto se debe a que en el momento del hecho ocurrido el 21 de diciembre de 2015, como explicaron los magistrados, la participación de estos albañiles ocurrió antes de la muerte de la joven Bazán, por lo que se trataría del delito de “coautoría y complicidad”. “Además de que Quiñones y González reconocieron ser parte del hecho, la conducta de ‘encubrimiento’ no puede darse antes del crimen”, indicaron.
Además subrayaron que, según los peritos que declararon, “no hubo apuñalamiento en el domicilio de calles Caseros -como habían indicado Quiñones y González- y que el cadáver no tenía una lesión contusa con entidad como para provocar el desmayo de la víctima”, tras la pelea entre González y Núñez Ibarra, autor del hecho.
Cabe recordar que según los propios dichos del acusado Quiñones, él mismo tuvo intervención antes, durante y después del homicidio de Ludmila Bazán, lo cual impide considerarlo encubridor de dicha muerte.
Por lo tanto, se pregunta el tribunal: ¿Dónde están las huellas dejadas por el apuñalamiento llevado a cabo por Núñez Ibarra y que ellos mismos intentaron frenar?
“Ahora la Cámara de Casación debe resolver si condenan, absuelven o se hará un nuevo juicio oral y público”, explicó a Democracia una fuente ligada a la causa.

“Invalidez de la acusación”
“Sin una acusación válida, por tales motivos no puede este Tribunal avanzar hacia el dictado de una resolución acerca del fondo de la cuestión, imponiéndose la renovación de los actos del debate –frente a un tribunal integrado con jueces hábiles para hacerlo- en cuyo seno haya de contarse con una acusación debidamente fundada en la prueba a producirse, y motivada en el derecho aplicable al caso”, dice el veredicto.
“Por lo tanto se resuelve decretar –por unanimidad- la invalidez de la acusación formulada durante la audiencia de debate por el Sr. Agente Fiscal Dr. Sergio Manuel Terrón respecto de los imputados Gustavo Núñez Ibarra, Luciano González Leith, Alberto Antonio Quiñones Chiñolis y Patrocinio Pérez Sanabria, disponiendo la realización de un nuevo debate”, concluyeron los magistrados.
Por su parte, Gustavo Silvestre Núñez Ibarra, continuará detenido con prisión preventiva imputado por "homicidio agravado con alevosía y femicidio" a la espera de un nuevo debate.

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