Mañana se conocerá el veredicto por la muerte de Valeria y Clara
Mañana, a las 14, el Tribunal Oral 1 de Junín dará a conocer el veredicto del juicio contra Abel Lucero por la muerte de Valeria Moravito, embarazada de siete meses, y su hija Clara, de dos años, en un siniestro vial ocurrido la noche del 2 de septiembre de 2016. La causa está caratulada como “Triple homicidio simple con dolo eventual en concurso ideal”.
En los alegatos, la fiscal Dra. Vanina Lisazo solicitó una pena de 16 años de prisión, mientras que el abogado defensor, Dr. Darío De Ciervo pidió la libre absolución, ya que consideró que no hubo una acusación alternativa y solicitó recurrir a la Cámara de Casación. “Si hubiesen acusado por homicidio culposo hubiéramos aceptado la responsabilidad penal, pero no ocurrió”, exclamó.
El hecho sucedió hace tres años sobre Ruta 65, cerca de las 20, cuando el conductor que circulaba en sentido opuesto (Lucero) embistió con su Ford 100 al auto Peugeot 207, en el que circulaban la mujer y su hija, quienes regresaban a su casa, ubicada en la localidad de Arribeños, desde General Arenales.
Lizado destacó que “la materialidad no ha estado en cuestión, sino el hechodoloso ya que Lucero sabía que ponía en riesgo las vidas con la conducción en estado de ebriedad de un tanque de hierro”, una camioneta F100 que se utiliza para acoplarse en las vías del ferrocarril.
En el Tribunal, a cargo de Karina Piegari, Esteban Melilli y Jorge Luna, los peritos toxicológicos aseguraron que, al momento de realizar las pericias, el conductor acusado tenía 1,6 gramos de alcohol en sangre. El máximo permitido para conducir un vehículo es de 0.5.
“Tomó toda la tarde y mucho, sabiendo las consecuencias del alcohol. Lucero no pudo desconocer los resultados y no le importó las consecuencias. Al negar haber chocado sabía lo que había hecho y quiso irse del lugar”, dijo la fiscal.
“Lucero manejaba un arma, alcoholizado, e invadió el carril contrario. Según el psiquiatra Villafañe, en su declaración, no es un psicópata y creo que quiso evitar su responsabilidad al querer huir de la escena”, agregó.
“El alcohol en sangre fue de más de 1,6 gramos. Todas las extracciones fueron firmadas por él y su hijo, mientras que las cadenas de custodia estuvieron correctas. Además, el aire en las muestras favorecieon al imputado, ya que ayuda a disminuir la cantidad de alcohol. A las 16 y 18 compraron dos botellas más de Gancia, además de las que tenían, lo que hace un total de cuatro que se tomaron entre tres”, afirmó.