Así se refirió el director general de Seguridad del Municipio de Junín sobre el allanamiento que se realizó el martes en un evento privado, sobre calle Lartigau, donde había menores y se incautó drogas. “Creo que los padres no quieren una vida así para sus hijos y en ese predio estaban hacinados y tirados, donde la vida de ese joven no tenía valor”, subrayó.
-¿Cómo se inició la investigación?
-Esto arrancó con el planteamiento de los chicos cuando hicieron la marcha y la sentada de lo que pasó con la menor a la salida de un boliche. Ahí nos manifestaron que tenían que ser cuidados y que prestemos mayor atención, arrojando información sobre la existencia de este tipo de eventos. El Intendente los escuchó, le dio directivas al secretario Fabián Claudio y a mí. Empezamos a trabajar para para erradicar estas costumbres que atentan contra la vida de los chicos.
-¿No es la primera vez que se realiza esto en un predio?
-La Justicia tomó intervención y se sabe de quién es el predio y hay dos detenidos. Tomó intervención el Dr. Varas del ámbito Federal. La decisión fue del Intendente Pablo Petrecca de cuidar la vida de los chicos, porque es algo que está construido en la nada misma y los riesgos eran terribles. Más allá de la destacable labor policial, es de destacar la decisión de tiempo y forma del fiscal Federal quien si hubiera dudado una hora, podríamos haber lamentado alguna víctima fatal, debido al estado en el que estaban. Soy un crítico del funcionamiento de la Justicia, pero en este caso el hombre cumplió con sus funciones y no dudó. No solo firmó el allanamiento, avalado por el juez Héctor Plou, sino que también fue al lugar, y eso es importantísimo. Esto es para que la población sepa que hay una parte de la Justicia que acompaña, y en esta llegamos justo por una decisión tomada a tiempo. Hubo una buena organización, se hicieron los cortes para que no nos llegara gente de afuera y poder hacer la requisa sin la implementación de la fuerza, más allá del lamentable estado en el que estaban los chicos.
-¿Qué se encontró?
-LSD, éxtasis, marihuana y una droga nueva que se llama “pepa”, una lámina que se pone en el paladar o en los párpados que realmente hace mucho daño. Ahora hay una investigación que la está llevando adelante el Dr. Plou, que viene compenetrado hace mucho tiempo en este trabajo, realmente con un seguimiento del día a día porque es una costumbre que hay que erradicarla para cuidar a nuestros jóvenes. Cuando vos te encontrás en esa situación, ves que todo te sobrepasa y que el valor de la vida, para los chicos no es nada. Están hacinados en un lugar muy precario.
-¿Cómo se organizó esta fiesta?
-Ellos venían de días anteriores publicando y vendiendo las pulseras en un grupo de Instagram muy reservado, que ellos solo conocen, por lo que tenés que tener gente haciendo inteligencia y trabajando. Las pulseras las adquirían en un comercio céntrico y, si bien es función de la Fiscalía dirimirlo, yo creería que sí sabían para qué eran. Vos comprabas la pulsera, y no tenías información hasta el día del evento de dónde se iba a realizar, por lo que sé, cerca de las 15 dieron a conocer el lugar. Nosotros estábamos trabajando desde la mañana temprano con reuniones, porque lo último que nos faltaba saber cúal era el predio, para armar los perímetros y no tener inconvenientes. Teníamos que preservar el lugar, el trabajo de la justicia y del Municipio, cuyo personal de Inspección y Tránsito se quedó hasta lo último junto con policía. Cubrimos el perímetro y garantizamos la seguridad para que la Justicia trabaje dentro del lugar.
-¿Toman conciencia de las dimensiones de estos encuentros?
-Yo hablé con uno de los organizadores del evento, y la realidad es que están idos y no toman conciencia de los riesgos. Si no hubieran sido descubiertos, eran responsables de víctimas. El estado de los chicos era lamentable. He vivido muchos eventos desgraciados y he participado en seguridad desde siempre, pero esto te supera, porque no tenés respuesta en salud, contención, porque no somos médicos, ni psicólogos, y estos chicos no toman conciencia de que si no hubiéramos llegado a tiempo, podríamos haber lamentado alguna víctima. Tenemos chicos que terminaron hospitalizados, intoxicados. Es una experiencia muy triste que hay que revertir, y ojalá que padres y jóvenes nos ayuden a crear, y que funcione una ciudad distinta. Creo que los padres no quieren una vida así para sus hijos y le dan una calidad de vida diferente puertas adentro, y en ese evento estaban hacinados y tirados, donde la vida de ese hijo no tenía valor. Doy gracias a la decisión de Petrecca que no quiere esto para la ciudad y pudimos llegar a tiempo.
-¿Qué reacción tuvieron los padres?
-Hubo alguien que pudo violar el perímetro, ingresó al predio y esa chica no la pasó nada bien. Cuesta creer que un padre esté sabiendo que su hijo va a estar tirado y al borde de un coma alcohólico o intoxicado por estupefacientes y pastillas que las combinan con el alcohol. Uno se interioriza en el tema y ve que una pastilla de éxtasis puede costar mínimo 500 pesos. Asusta el grado de violación del derecho de los pibes, de que haya unos vivos que atenten contra la integridad física y moral de los chicos. Los trastornos con el tiempo se pagan, porque te pasan la factura.
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