Avanza la investigación por el asesinato de la peluquera en Chacabuco: imputaron a los sospechosos.
CRIMEN Y CONMOCIÓN EN CHACABUCO

Uno de los acusados negó su participación y el otro no declaró

Cristian Candia Guerrero (19) y Juan Ignacio Steurer (30) fueron indagados en la tarde de ayer por el fiscal Daniel Nicolai, quien los imputó del "homicidio agravado mediando violencia de género”.

Tras el despiadado crimen de la peluquera, ocurrido el sábado pasado, en Chacabuco, uno de los acusados se declaró ayer inocente ante el fiscal de la causa, mientras que su presunto cómplice se negó a declarar y ambos siguen detenidos, informaron a este diario fuentes judiciales. 
Cristian Candia Guerrero (19) y Juan Ignacio Steurer (30) fueron indagados en la tarde de ayer por el fiscal Daniel Nicolai, quien los imputó del "homicidio agravado mediando violencia de género, con el concurso premeditado de dos personas, con alevosía, y por haberse cometido para consumar y procurar la impunidad de otro delito" de Silvia Pereyra (59).
Fuentes judiciales informaron que Candia Guerrero, inquilino de la víctima, negó ayer haber participado del crimen aunque no dio precisiones si a la hora en que ocurrió el hecho estaba en otro lugar.
En tanto, Steurer, vecino de la mujer, se negó a declarar, tras lo cual, el fiscal Nicolai solicitó a la jueza de Garantías de Junín, María Laura Durante, que ordene la detención formal de ambos acusados, lo que se resolverá en las próximas horas, dijeron los informantes.
En su requerimiento, el fiscal de la causa dio por acreditado que los imputados robaron dinero, una notebook, un bolso y un teléfono celular de la peluquera.

“Violencia de género”
Según las fuentes, Nicolai incluyó el agravante de la "violencia de género" por considerar que ambos acusados se aprovecharon de que la víctima los conocía, que al momento del hecho estaba sola y son de una contextura física mucho mayor a la de ella, entre otros elementos. 
El hecho ocurrió el sábado en un domicilio situado en Santiago Roca 79, entre Padre Doglia y Avellaneda, en el barrio Ubaldo Martínez, a unas 15 cuadras de la plaza principal de Chacabuco, donde residía la mujer.
De acuerdo a los voceros, la peluquera intercambiaba mensajes por WhatsApp con su hija Eliana, de 31 años, hasta que alrededor de las 11 la primera no respondió más. 
Ante esa situación, la hija se dirigió a la casa de su madre y una hora después la encontró tirada en el piso de la cocina, sobre manchas de sangre.
Al ver este escenario, la mujer llamó a la Policía, por lo que efectivos de la comisaría local se trasladaron hasta el lugar y constataron que la peluquera estaba muerta.

Fue atacada con un arma blanca
Según las fuentes, los médicos que revisaron el cadáver constataron que Pereyra fue atacada con un arma blanca tipo cuchilla con la que le produjeron lesiones de diferente extensión y profundidad.
La autopsia dio como resultado que las puñaladas de mayor importancia fueron las localizadas en el lóbulo medio pulmonar con entrada por la espalda, la de veinte centímetros en el cuello y la del tercio superior del hombro derecho.
A su vez, los peritos establecieron que la puerta de entrada ni las ventanas del inmueble fueron violentadas, por lo que cobró fuerza la hipótesis de que la peluquera conocía a su agresor y le permitió el ingreso.
En ese sentido, los pesquisas determinaron que la peluquera cobraba dinero en efectivo por el alquiler de unos departamentos ubicados en la misma cuadra que su domicilio y que ése podría ser el botín que el asesino fue a buscar.

Hallazgo
Mientras que el domingo por la tarde se halló en el techo de una casa situada en Roca 72 un maletín con elementos de interés para la causa.
Al inspeccionar el inmueble, los policías encontraron un bolso de tela con una cuchilla y prendas de vestir con manchas hemáticas, además de una notebook y la funda de un celular que pertenecían a Pereyra.
Ante esta situación, el joven que le alquilaba la vivienda a la víctima, Candia Guerrero, fue detenido el domingo, mientras que Steurer quedó aprehendido anteayer luego de que se le secuestrara un par de zapatillas cuya suela coincidía con una huella hallada en la escena del crimen.