A un año del accidente en el Delta del avión Mitsubishi matrícula LV-MCV, que cayó el 24 de julio de 2017 en un pantano provocando la muerte de sus tres ocupantes, se difundió un informe de la Junta de Investigación de Accidentes de Aviación civil (Jiaac) que dio el resultado de la investigación sobre el siniestro, el que titula "pérdida de control en vuelo".
Como consecuencia del impacto del avión, murieron el piloto Matías Ronzano, de 31 años; el copiloto Emanuel Vega, de 25 años y el pasajero Matías Aristi, de 37 años, quien era el hijo del dueño del avión Mitsubishi MU-2B-26-A.
Las conclusiones del informe sobre la tragedia
"Los restos de la aeronave y los daños observados en el follaje en el lugar del accidente sugieren que el LV-MCV impactó contra el terreno con el ala izquierda, con un ángulo aproximado de 80º de inclinación lateral y a gran velocidad. Las fuerzas del impacto, producto de la elevada energía cinética, provocaron la destrucción total de la aeronave".
"La dispersión de restos de la aeronave abarcó un radio aproximado de 50 metros".
"El motor, la caja reductora y el cubo de hélice del lado derecho fueron hallados a 3 metros de profundidad, mientras que el motor izquierdo, su correspondiente caja reductora y cubo de hélice fueron hallados a 5 metros de profundidad".
"En total, desde el año 1968 hasta julio del año 2017 (sin incluir al LV-MCV), se conocen 200 sucesos en los que este tipo de aeronave se vio involucrada en un accidente. Esto se traduce en un promedio de 4,2 accidentes por año. Un análisis en profundidad permitió determinar que las causas atribuidas son de diversa índole, aunque aproximadamente en el 28% de los casos existió una pérdida de control en vuelo de la aeronave".
"Los MU-2B presentan una tasa de accidentes superior a la media de aeronaves comparables. Más del 25% de aeronaves MU-2B protagonizaron un suceso. La mayoría ocurrió en Estados Unidos".
"El vuelo se desarrolló entre capas nubosas, es decir, en condiciones de vuelo por instrumentos. En tales condiciones, el piloto tiene que sustituir las referencias visuales utilizadas por la información generada por los distintos instrumentos y sistemas de vuelo".
"Si bien el piloto estaba calificado para operar en vuelo instrumental, la investigación obtuvo de los registros que su experiencia en vuelo por instrumentos real era de 18 horas, y que no tenía experiencia en simulador de vuelo sintético".
"La evidencia forense a la que tuvo acceso la investigación determinó que, como consecuencia de la magnitud del impacto, las lesiones mortales de los tres ocupantes se produjeron de manera instantánea".
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