Se trata de un sistema inalámbrico que impide la activación de la alarma, el cierre o la apertura de vehículos, mediante el bloqueo de la señal entre el control remoto de la víctima y el receptor de su auto.
La metodología del procedimiento delictivo: en el marco de lo ocurrido en nuestra ciudad (en calles Belgrano y Guido Spano) se supor que un automóvil se estaciona en cercanías del rodado a robar, desde donde los delincuentes utilizan estos inhibidores pasando desapercibidos hasta que los ocupantes descienden y se alejan sin notar nada extraño.
Ya en ausencia de los automovilistas, los malvivientes aprovechan para ingresar al vehículo y cometer el ilícito.
Tan importante es el incremento de la modalidad delictiva apoyada en el uso de inhibidores de alarmas que los responsables de seguridad de la mayoría de los centros comerciales del Conurbano reforzaron las medidas para evitar que los asaltantes apliquen esa tecnología en sus estacionamientos.
Seleccione Edición
COMENTARIOS