Condenan a dos chacabuquenses que habían robado medio millón de pesos
El veredicto se dio a conocer en el marco de una causa por “robo agravado con arma de fuego” en una distribuidora en San Rafael, Mendoza. Pedirán el traslado a la Unidad Penitenciaria Nº 49 de Junín “para que estén cerca de sus familiares”, afirmó el abogado defensor.
A 20 días del robo en la distribuidora Di Santo en San Rafael, Mendoza, el juez de garantías, Pablo Peñasco condenó a nueve años de prisión a los dos autores del asalto a mano armada ocurrido en calle Los Sauces a metros de la intersección con Balloffet.
Los protagonistas del ilícito se habían arrepentido y confesaron el hecho durante la instrucción y sus abogados aceptaron un juicio abreviado con el objetivo de acelerar la causa.
Eduardo Durio Sigali y Diego Germán Hernández, ambos domiciliados en Chacabuco, fueron condenados a nueve años por el robo agravado con arma de fuego, pena que está enmarcada en una escala de 5 a 10 años de prisión según el Código Penal vigente.
Según se pudo saber, los dos permanecerán en la cárcel de San Rafael pero su abogado afirmó que “se pedirá el traslado a Junín para que estén cerca de sus familiares”.
Los delincuentes deberán enfrentar cargos por otros robos similares en la provincia de Buenos Aires.
El hecho
Los dos ladrones encapuchados, con guantes y armados habían protagonizado el 3 de noviembre por la mañana un hecho delictivo de película tras robar más de medio millón de pesos de la recaudación de una distribuidora y escapar en un Fiat 147.
Los delincuentes ingresaron por la parte de atrás de la empresa Di Santo, sorprendieron a empleados y a la familia dueña del negocio y con violencia (golpearon al hijo del dueño) los amedrentaron para atarlos.
Inmediatamente fueron bien claros y pidieron por el dinero, lo que daba a entender que podrían conocer la existencia del mismo. Se llevaron el efectivo y un poco más en cheques que cargaron en un Volkswagen Bora sin advertir que el dueño del comercio empezó a perseguirlos.
Por causas desconocidas, el automóvil se detuvo al llegar al cruce de calles Roca y Carlos Washington Lencinas por lo que uno de los delincuentes -con revólver en mano- frenó la marcha de un Fiat 147, hizo bajar al conductor y escaparon rumbo al norte de la ciudad.
Tras una persecución que incluyó la presencia más tarde del helicóptero policial, los ladrones lograron escapar y el vehículo fue abandonado en un descampado cerca de la avenida Espejo y Paunero.
En ese momento, la policía montó un operativo de rastrillaje que no tuvo éxito. La causa estaba en la órbita judicial a cargo de la fiscal Andrea Rossi quien había ordenado algunas medidas para esclarecer el violento hecho.
Un días después, y tras varias pericias en la búsqueda de huellas digitales, los dos asaltantes de la distribuidora Di Santo -oriundos de Chacabuco- se entregaron y permanecían alojados en la Unidad Investigativa de San Rafael.