Una investigación que tuvo su inicio meses atrás, cuando una mujer 44 años de edad se hizo presente en sede de la Fiscalía N° 3 a cargo del agente fiscal Dr. Carlos Ángel Colimedaglia (del Departamento Judicial Junín), para denunciar haber sido estafada en reiteradas oportunidades por una mujer que conoció en el sector de visitas mientras esperaba para visitar a su esposo que se encontraba allí alojado, terminó con la imputada entre rejas.
La estafadora, una mujer de 54 años, quién se identificó como Carmen, se hizo pasar como abogada, aduciendo que tenía contactos para acelerar la libertad de su pareja, y a cambio le fue solicitando distintas sumas de dinero.
Las mismas, fueron entregadas de distintas formas, es decir personalmente, por transferencias y depósitos, completando una suma que supera los cien mil pesos, según trascendió.
Las pesquisas fueron encomendadas a efectivos de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) Junín bajo las ordenes del comisario mayor Miguel Reisenauer, ya que la damnificada seguía siendo hostigada a realizar entrega de nueva sumas de dinero.
A raíz de los trabajos policiales, se pudo establecer la identidad de la embaucadora y su lugar de origen, realizándose un seguimiento de sus acciones, lo cual generó la implementación de un dispositivo para lograr ser aprehendida.
Fue atrapada en la víspera
Fue así que en horas de la tarde de ayer, efectivos de la DDI, dieron cumplimiento a un operativo encubierto en las inmediaciones del domicilio de la víctima, siendo este el lugar de entrega acordado, pudiéndose establecer que la mujer estafadora arribó a Junín en colectivo y comenzó a desplazarse en un taxi que tomó en Rivadavia y 25 de Mayo de nuestra ciudad.
A bordo del mismo, se dirigió a la finca de la damnificada, donde fue sorprendida por los investigadores al momento que se realizaba el retiro del dinero solicitado, en este caso la suma de 5.000 pesos.
La diligencia contó con la presencia de un testigo que presenció el dispositivo desde su comienzo, por lo cual fue detenida y puesta a disposición del Fiscal actuante quién inmediatamente le recibiera declaración como imputada, a quien -además- se le secuestraron cinco teléfonos celulares, que habitualmente utilizaba para comunicarse con las víctimas.
La mujer, de 54 años de edad, es oriunda de la ciudad de General Las Heras, Provincia de Buenos Aires, respecto a la cual no se descarta que existan otros casos donde familiares de los internos puedan haber sido perjudicados económicamente.
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