El Gobierno presiona para destituir al juez Carlos Rossi, que excarceló a Sebastián Wagner, acusado de haber asesinado a la estudiante Micaela García en Gualeguaychú.
La crítica surgió de parte de Mauricio Macri y Germán Garavano. Tanto el presidente como su ministro de Justicia apoyaron los pedidos de juicio político que presentaron legisladores provinciales para remover al magistrado de su cargo. “Un juez, cuando asume la responsabilidad de ser juez, tiene que entender la dimensión del poder que tiene, y que el poder lo tiene para ayudar a la comunidad, no para sostener caprichos ideológicos”, aseveró Macri.
Además de considerar que el juez “debería renunciar”, tanto Macri como Garavano apuntaron contra un sector de la Justicia que “por una cuestión ideológica, política, durante muchos años de algún modo alentó este tipo de decisiones”. En declaraciones a Radio Mitre, el ministro de Justicia de la Nación vinculó el fallo de Rossi con “una corriente” que se generó “en la Justicia” durante el kirchnerismo, impulsada por “el poder político y otros sectores como las universidades” en la que “los jueces sólo miran al victimario y se olvidan de las víctimas del delito y de las potenciales”.
“Cuando uno analiza los precedentes en los últimos 10 años, se encuentra con presiones sobre los mismos jueces para que otorguen libertades, pongan penas menores o dispongan salidas. Una tendencia que encaraban (Raúl) Zaffaroni y algunos otros... una tendencia pro-victimario”, explicó. Asimismo, el ministro abogó porque “las instituciones funcionen” ya que “no existen soluciones providenciales” para resolver estos problemas.
Garavano también contó que el Poder Ejecutivo estuvo “colaborando con la cámara de Diputados en el proyecto de reforma de la Ley 24.660 (Ejecución Penal)” y dijo que Argentina “es el país que más salidas les presenta a las personas detenidas”. “No sólo está la posibilidad de la libertad condicional, sino que hay salidas anticipadas... un montón de mecanismos que hoy la ley superpone como salidas y genera que mucha gente que está cumpliendo penas de prisión salga anticipadamente”, dijo.
Signos de estrangulamiento
El hallazgo del cuerpo de Micaela García, en un descampado ubicado en las inmediaciones de Gualeguay, confirmó el horror y desató la ola de indignación y furia en gran parte de la sociedad argentina. La Policía entrerriana brindó los primeros datos sobre el hallazgo del cuerpo. La joven se encontraba sin ropa, con marcas en el cuello y su cuerpo tenía un avanzado estado de descomposición.
Según fuentes oficiales, Micaela presentaba signos de violencia en su cuello, por lo que se estima que fue estrangulada. Además, se cree que fue víctima de violencia sexual. “El cuerpo de la chica permanecía desnudo y estaba debajo de un árbol, a unos 20 metros del alambrado”, afirmó Gustavo Maslein, el titular de la Policía entrerriana. La autopsia quedó a cargo del doctor Walter Aguirre, quien tendrá los resultados de la misma en las próximas horas, y podrá aportar detalles sobre lo padecido por la chica de 21 años. La familia de Micaela decidió que, una vez realizada la autopsia, el cuerpo sea trasladado a la ciudad de Concepción del Uruguay para que los amigos y familiares le den su último adiós.
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