Sebastián Wagner fue señalado como sospechoso de la desaparición a partir de los videos de cámaras de seguridad en los que se veía el auto del hombre en las inmediaciones del boliche. Esto, sumado a sus antecedentes por tres violaciones, lo convirtieron rápidamente en principal sospechoso. Tras varios días prófugo, lo detuvieron la noche del viernes en una casa lindera a la de su madre en Moreno. Tenía en su poder un revólver calibre 32 con el que habría intentado suicidarse sin éxito.
Fuentes del caso afirmaron que su modus operandi en casos anteriores encaja con los hallazgos recientes de ropa: "Elige mujeres jóvenes, estudiantes, las secuestra, golpea y viola y las abandona. Se desplaza en un auto con las víctimas y va tirando ropa en distintos lugares para desorientar a los investigadores".
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