JUICIO POR EL CRIMEN DE NAIRA COFRECES

Ex compañeros de colegio agravaron aún más la situación de las hermanas Medero

En la segunda audiencia, dos jóvenes que asistían a la escuela donde se originó el enfrentamiento brindaron detalles reveladores de la pelea que terminó con la vida de la chica de 17 años. El lunes, a partir las 10, se producirá la lectura de los alegatos.

La situación de las hermanas María Rosa y Anabela Medero se agravó aún más tras la segunda audiencia del juicio oral y público que enfrentan por el crimen de Naira Ayelén Cofreces, la chica de 17 años que falleció el 27 de abril de 2014 a causa de la feroz golpiza recibida cuatro días antes.
Ayer se desarrolló la segunda y última tanda de declaraciones de testigos, con tres relatos que aportaron datos sobre lo ocurrido la noche del 23 de abril en las afueras de la Escuela Secundaria 5, ubicada en Vuelta de Obligado y Cabrera, donde se desencadenó la riña que terminaría siendo fatal.
Dos de esos testimonios correspondieron a jóvenes que asistían al establecimiento, Marcela Alejandra Ormazábal y Alan Matías Álvarez, y el restante fue suministrado por Maira Soledad Castro, quien se presentó como conocida de María Rosa Medero.
La lectura de los alegatos, instancia en la que el fiscal y los abogados de las partes solicitaran que se aplique la sentencia que cada uno de ellos consideren pertinentes, fue fijada para el lunes a las 10.

Los testimonios

La primera en comparecer ante el Tribunal Oral en lo Criminal Nº1 (compuesto por los jueces Miguel Ángel Vilaseca, Esteban Melilli y Karina Piegari) fue Marcela Ormazábal, quien se había incorporado a la institución educativa hacía un mes y compartía curso con Naira.
Ormazábal recordó que el 23 de abril, a las 22, salió de la escuela junto a otras tres adolescentes, entre las que se encontraba la víctima. “Salimos caminando por Cabrera y al llegar a Vuelta de Obligado nos frenaron María y Anabela Medero. María nos preguntó quién le quería pegar a su hermana y Anabela decía que eran cuatro, pero que dos ya se habían ido. Entonces me alivié porque yo era nueva y no tenía idea de nada”, comenzó contando la testigo.
Enseguida añadió que después de ese breve diálogo “María Rosa le pegó un puñetazo en la boca, tan fuerte que se escuchó el ruido del golpe, y empezó la pelea fuerte”.
“Luego se cruzaron de calle hacia el paredón del club (Rivadavia), Naira cayó al piso, se puso en posición fetal y Anabela le pegaba patadas en la espalda. Naira se levantó y salió corriendo con María Rosa atrás y no sé si Naira se chocó con el paredón o la golpearon, porque yo estaba a media cuadra; sí sé que María Rosa la agarró del pelo y le empezó a pegar fuerte en la cabeza”, continuó Ormazábal.
El segundo en hablar ante los magistrados fue Alan Álvarez, joven que habitaba la misma aula que Anabela Medero.
Álvarez dijo que el día de la pelea, momentos antes de que esta se produjera, “entré Belén (como llamaban a Anabela Medero) al salón, contó que se había mirado mal con otras chicas y que a la salida se iban a pelear, por lo que iba a llamar a la hermana”.
“Al día siguiente, una profesora le preguntó a Belén qué había pasado la noche anterior y ella respondió que se habían peleado y que la golpiza no era para Naira. Tenía un mechón de pelo en la cartuchera, que supongo sería de Naira”, señaló el testigo.  
Más adelante dijo que Anabela “contaba como una gracia” y que entre otras cosas “mencionó que cuando le golpearon la cabeza contra la pared a Naira, sonó como una explosión”.
Por su parte, Maira Soledad Castro dijo que el día de la pelea ella estaba junto a María Rosa Medero, de quien era conocida, y esta recibió un mensaje de la hermana diciendo que un grupo de chicas le quería pegar. “Ella (por María Rosa) se fue y como por un rato no supe nada le mandé un mensaje para ver qué había pasado. Me pidió que la fuera a buscar y cuando llegué me dijo que habían estado peleando. Yo agarré a mi hermana, que había ido con María Rosa, y nos fuimos a mi casa. María Rosa también vino porque había dejado a su hijo conmigo”, describió.
Ante algunas preguntas puntuales del fiscal José Alvite Galante –dado que el relato de la testigo presentaba diferencias con lo que había declarado en la etapa de investigación-, Castro reconoció que aquella noche María Rosa tenía sangre en el dedo pulgar y que Anabela exhibía un mechón de pelo en una de sus manos, al que luego metió en una cartuchera.
El juicio continuará el lunes, cuando a partir de las 10 se proceda a la lectura de los alegatos. Allí, el fiscal Alvite Galante, los abogados defensores de la familia de la víctima, Carlos Torrens y Federico Mastropierro; y los letrados que representan a las acusadas, Eduardo Aguilar (por María Rosa Medero) y Silvio Acerbo (por Anabela Medero), solicitarán con sendas justificaciones las sentencias que consideren correspondientes.