A la salida de la escuela

Que el crimen haya ocurrido a la salida de una escuela nocturna de nuestra ciudad, no hace otra cosa que poner en evidencia el descomunal grado de violencia que existe entre los alumnos, especialmente en el contexto de un clima escolar donde los jóvenes no saben muchas veces tolerar las diferencias y caen en agresiones verbales, que pueden derivar luego en agresiones físicas, con consecuencias trágicas.
Así, un simple malentendido, o un “se hace la cheta” o “se hace la linda”, resulta suficiente para desencadenar una terrible paliza, como de hecho ocurrió.