La Cámara del Crimen ordenó seguir investigando por mala praxis a diez médicos por la muerte del mediático empresario Ricardo Fort, quien falleció en noviembre de 2013 tras sufrir una "muerte súbita cardíaca".
Así lo decidió la Sala V de la Cámara al revocar el sobreseimiento de los médicos que intervinieron en los últimos días en que Fort estuvo internado en el Sanatorio de la Trinidad, donde falleció el 25 de noviembre de 2013 por un agravamiento de un cuadro infeccioso generalizado.
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Los médicos son investigados desde la muerte del empresario a raíz de una denuncia que había hecho María Paloma Fort, tía del empresario, con el patrocinio del abogado Javier Moral Rancaño.
En la denuncia, se cuestionó a los médicos que no actuaron correctamente y que desatendieron al paciente, lo que ocasionó su deceso.
Los médicos que ahora volverán a ser investigados son Silvina Luján Serra, Yanina Sagues, Lucas Ángel Stefanini, Daniel Ricardo Stecher, Daniel Weissbrod, Alejandro Druetto, Fernando Lipovetsky, Mercedes Alarcón Suárez, Horacio Renom y Pablo Pardo.
Los camaristas revocaron el fallo de primera instancia en el cual habían sido sobreseídos ante el informe de la Junta médica según el cual “no podría asociarse la negligencia médica que pudiera atribuirse a los profesionales que atendieron a Fort con su muerte, ya que respondió a una causal distinta y realmente ajena a su intervención”.
Fort ingresó al Sanatorio de la Trinidad el 24 de noviembre por la tarde, con dolores de rodilla y columna (un problema crónico del empresario) y según sus allegados hasta tomaba morfina 60 miligramos para hacer frente al dolor.
Según su familia, cuando Fort fue medicado ni bien ingresó al Sanatorio empezó a tener delirios, con pérdida de espacio y tiempo, y se agravó su situación, por lo que pasó a terapia intensiva y a las pocas horas falleció.
La Junta médica que convocó al juez de instrucción le informó que Fort ingresó al Sanatorio con una “infección crónica, de probable origen osteo-articular y de partes blandas que se convirtió, al momento del ingreso a terapia intensiva, en un cuadro de sepsis”.
“Fort falleció con una infección generalizada con la forma clínica de sepsis, pero no de ella”, según la junta integrada por el especialistas de Cardiología, Fernando Pálizas; de traumotología, Fernando Silberman; de infectología, Gustavo Lopardo; y toxicología, Carlos Damin; de Deontología, Roberto Foyo; de anatomía patológica, José Casas; y de Cirugía General, Luis Sarotto.
Según ese informe, "el tratamiento antibiótico empírico realizado por los médicos de terapia intensiva era el correcto y habitual en estos casos ante la presencia del cuadro descripto".
Para los camaristas Mirta López González y Ricardo Pinto, según consta en la resolución, "no se determinó si la evolución que registró la infección originada en agosto de 2012 en la rodilla izquierda, hacia un cuadro de sepsis, tuvo incidencia en el resultado luctuoso".
“No se soslaya que el análisis de la intervención médica, plasmado en este informe, se circunscribe a la practicada por los galenos de la Unidad de Terapia Intensiva del Sanatorio de la Trinidad –donde Fort permaneció sólo por un breve lapso y luego falleció– sin embargo nada se ha desarrollado en lo que atañe a la conducta profesional desempeñada con anterioridad a su internación en el citado nosocomio el día 21 de noviembre de 2013”.
El abogado Vadim Mischanchuk, defensor de los médicos Pardo y Stecher, al ser consultado por NA tras el fallo dijo: “Los elementos de prueba justificaban confirmar el sobreseimiento” y “vamos a demostrar que la lamentable muerte de Fort no está vinculada con el accionar de los médicos”.
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