None
ACUSADO DE ABUSO SEXUAL CONTRA CINCO MENORES DE EDAD

Alojaron al cura José Antonio Mercau en la Unidad Penal Nº 13 de nuestra ciudad

El religioso, de 51 años, cumplió prisión morigerada en un Monasterio y luego fue alojado en la Comisaría de Los Toldos.

Luego de su detención días pasados, el cura José Antonio Mercau, acusado de abuso sexual contra cinco menores de edad, fue alojado ayer en la Unidad Penal Nº 13 Junín del Servicio Penitenciario de la Provincia de Buenos Aires.
Por orden judicial, Mercau, quien se encontraba detenido en la Comisaría de Los Toldos, quedó alojado ayer a la tarde en dicho penal, debiéndose recordar que el sacerdote fue acusado en 2005 de abuso sexual contra adolescentes de entre 12 y 17 años que concurrían al Hogar «San Juan Diego», en el Partido de Tigre.
El sacerdote, de 51 años de edad, había sido excarcelado en mayo pasado, luego de haber cumplido tres años de prisión preventiva morigerada en un Monasterio Benedictino sito a pocos kilómetros del centro de la vecina ciudad de Los Toldos, a la vera de la Ruta Provincial Nº 65.
La Sala II de la Cámara de Apelaciones de San Isidro revocó el 21 de agosto la excarcelación, por lo cual fue remitido a una sede de la policía bonaerense, cuyo personal lo arrestó en el Monasterio Benedictino «Santa María» de Los Toldos.
El abogado de Mercau, Juan Carlos García Dietze, dijo en aquel momento que no había recibido del juzgado «a través de cédula, como corresponde, ninguna información sobre modificaciones en la situación de mi defendido».
García Dietze precisó que en mayo último, el juez de Garantías de San Isidro, Rafael Saldari, «resolvió de oficio, es decir sin pedido de la defensa, la excarcelación de Mercau, a pesar de lo cual él siguió en el convento».
Con esa medida, continuó, el religioso «puede transitar por cualquier lugar, con la restricción de no ausentarse más de 24 horas del domicilio sin autorización del juzgado», algo que sostiene que no ocurrió, de acuerdo a consultas que hizo con familiares del acusado.
La investigación judicial se inició porque cinco chicos pupilos en el hogar, cada uno por separado y a su tiempo, denunciaron que cuando tenían entre 11 y 12 años el cura presuntamente los hacía subir a su dormitorio y allí consumaba el acto sexual, bajo amenazas de que les contaría circunstancias personales a las familias.
Las pericias efectuadas a los chicos por el Equipo Diocesano de Niñez y Adolescencia, dependiente del obispado de San Isidro, constataron la veracidad de las denuncias sobre abusos sexuales, agregaron las fuentes.

COMENTARIOS