¿La obra pública en manos privadas?
Desde el inicio de su gestión el Gobierno informó que se suspendía la obra pública, tanto las que estaban en licitación como de las que estaban en ejecución. El motivo señalado era que había sido siempre un mecanismo de corrupción de los gobiernos y, además, que se apuntaba a la reducción del gasto fiscal, en la búsqueda del equilibrio fiscal para lograr reducir la inflación.
Es razonable pensar que el objetivo buscado era sano y que si la obra pública es una herramienta de los gobiernos para generar corrupción había que desarmarla, ahora me pregunto, por qué interrumpir obras en ejecución, cuando algunas de ellas generan problemas colaterales, como ocurrió en nuestra ciudad con el paso bajo nivel, que ha provocado el cierre y quiebra de pequeños empresarios que se vieron perjudicados por la suspensión de la obra. Otro caso emblemático es el Plan Procrear Junín de 149 viviendas que también se paró, impidiendo a muchos juninenses tener por primera vez su casa propia.
Entonces digo, ¿alguien evaluó las consecuencias de interrumpir estas obras que son alrededor de 46 en todo el país?
Es muy probable que en muchos casos las consecuencias de su interrupción generaron perdidas mucho mayores a las de haber continuado con su ejecución. Además, ahora el gobierno señaló que toda la obra pública será ejecutada por privados. Entonces, alrededor de 9000 km de todo el país pasaran a ser concesionados por el sistema de peajes.
Ahora ¿ustedes creen que algún privado va a realizar una inversión en zonas donde el sistema de peajes no le va a ser redituable?
Creo realmente que es una expresión de deseo ya que necesariamente deberá intervenir en obras en zonas alejadas de centros urbanos, si no lo hace la Argentina pasará a tener ciudadanos de primera y segunda clase. El gobierno debe tener en claro que en muchos casos la intervención del estado es necesaria y que no se puede dejar todo en manos de los privados.
Si lo que se busca es eliminar la corrupción en la obra pública, el gobierno tiene las herramientas suficientes a través de los organismos de fiscalización como son la Auditoría General de la Nación, entre otros.
Aldo García López