El efecto acumulado de retenciones, sequía y chicharrita en las últimas tres campañas ha llevado la rentabilidad del campo a niveles negativos obligando a muchos productores a descapitalizarse e incluso a abandonar sus explotaciones y alquilar sus campos.
Aunque esperan con expectativa y paciencia que el gobierno de Javier Milei cumpla su promesa de eliminar las retenciones, los productores agropecuarios señalan que su situación es crítica y que operan al límite y muchas veces por debajo de una rentabilidad razonable.
Lucas Magnano, recientemente electo presidente de Coninagro, explicó que el efecto de las retenciones sobre la productividad del campo es heterogéneo y hay que ponderarlo en cada caso.
“Por ejemplo, influye la distancia que existe de la explotación a los puertos y los costos de logística que exige sacar la producción de los campos”, indicó el dirigente que estimó que más allá de los matices, el 99% de las explotaciones vieron resentida su rentabilidad por el peso de las retenciones.
“A esto hay que sumar las dificultades climáticas que se vivieron en los últimos años y fenómenos imprevistos como la chicharrita”, agregó. Según el diagnóstico de Magnano, “los números están en rojo y hay un proceso de descapitalización que tiende a profundizarse”.
“El Gobierno nos habla de un desarme gradual de las retenciones. El problema es que el Gobierno mira los números de la macro y se aleja de las urgencias de la micro que son las que afectan al productor”, indicó.
Durante las tres últimas campañas agrícolas los productores asociados a Coninagro resultaron muy golpeados y hoy en día son muchas las explotaciones que corren riesgo de colapso.
“Muchos productores abandonan la producción y alquilan sus campos, lo que favorece la concentración de la producción e impacta en los pueblos del interior cuya subsistencia está muy ligada a la actividad agropecuaria”, señaló Magnano.
El dirigente resaltó que “desde hace mucho que con las cooperativas venimos impulsando el asociativismo para mitigar estos efectos”.
Compás de espera Hace dos semanas Milei fue recibido por la Sociedad Rural Argentina (SRA) en el predio de Palermo y en esa oportunidad el presidente resaltó que los logros económicos de su gobierno se van a traducir en una baja de impuestos, entre ellos las retenciones, lo que podría pasar en 2025. Sin ponerle fecha a esa decisión, el primer mandatario condicionó el cumplimiento de su promesa a que se logre consolidar la baja de la inflación y a que se confirme que el aumento de los ingresos fiscales (y la baja del gasto público) no es algo transitorio sino permanente.
En este contexto, la encuesta del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral reveló que un 35% de los productores piensa que la rentabilidad de soja, maíz y trigo va a ser menor que los resultados de la campaña 2023/24, ya que los mayores rendimientos esperados no van a compensar la caída en los precios internacionales, en particular, los de la soja. Sin embargo, la misma encuesta destaca que el 60% de los productores entrevistados aseguraron que, a un año de su asunción, Milei ha cumplido con las expectativas depositadas en su gestión y que ningún otro gobierno ha tenido en tan corto plazo baja de la inflación y de las tasas de interés.
En contraste, un 36% opina que no las cubrió, y reclama especialmente que no bajaron los derechos de exportación. A pesar de las críticas, hay un claro respaldo del sector agropecuario al rumbo económico adoptado.
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