La impunidad con la que se manifiestan nuestros impresentables representantes es fenomenal, digna de una película de F. F. Coppola. Con la puesta en escena de la “ficha limpia" se puede terminar de corroborar que el mileísmo no es más y nada menos que la clara expresión de un peronismo de derecha, con una performance estupenda en el año que termina.
Actuación memorable de los dos actores, Cristina y Javier, confrontando para el público presente, cuando en realidad son lo mismo. Se necesitan ambos, no pueden estar separados y cogobiernan en esta Argentina amputada.
La ausencia de diputados, esgrimiendo problemas de salud, llorando sin lágrimas y pariendo sin parto. Sin duda que la mejor serie de ficción de Netflix no compite.
¿Será cierto que queremos salir de la impunidad, del choreo y la corrupción en la que estamos sumergidos? ¿O entramos en una onda expansiva en la que todo me importa nada; entramos en algo más profundo y serio como sería la resignación? Gravísimo.
La mentira del jefe de gabinete es más grave aún, cuando habla de temor a la proscripción.
Mileísmo, macrismo, cristinismo, la UCR, con el “kirchne-radical” de Lousteau, forman el resto del elenco. Es claro el pacto entre LLA y el cristinismo; uno que hace que es de izquierda y el otro que hace que es democrático. Patético.
El episodio parlamentario que nos han regalado estos despreciables hombres de la democracia nos deja una vez más indefensos.
Dios, perdona nuestras deudas.
Dr. Gustavo Adolfo Portiglia
COMENTARIOS