El hijo de Las Morochas
OPINIÓN

El hijo de Las Morochas

Anoche, Diego Camún debutó como entrenador principal de Argentino y lo hizo con una victoria que quedará para siempre en la memoria de nosotros, los hinchas. En un partido emocionante, el equipo logró un apretado triunfo por 61 a 60 frente a Boca Juniors -último campeón-, poniendo fin a una racha de 10 derrotas consecutivas en la Liga Nacional. Pero este resultado no fue solo un alivio en lo deportivo para el club; trajo consigo un acto de amor y pertenencia de un hombre que lleva al club en el alma.

Diego no necesita presentaciones en Junín. Nacido y criado en el corazón del barrio Las Morochas, su vida siempre estuvo ligada al Azul. Desde chico formó parte de las divisiones inferiores y, con el tiempo, fue creciendo dentro del club, colaborando en distintos cuerpos técnicos hasta llegar hoy al puesto más importante. Diego (Paragua para los muy amigos) asumió el desafío quizá más importante de su carrera con la humildad y la pasión que lo caracterizan.

El equipo llegaba muy golpeado en lo anímico y él, que solo tuvo unos días para preparar el partido, logró transmitir a sus jugadores la garra y el carácter que históricamente identificaron al club. El resultado se vio en la cancha: un equipo aguerrido y comprometido que, punto a punto, construyó una victoria épica.

La conexión de Diego con el club es más profunda de lo que las palabras pueden describir. Es Argentino, en esencia y corazón. Su vida, su historia y sus sueños están entrelazados con los de la institución. El triunfo, no fue solo suyo, sino de todo un barrio que lo vio crecer y que siempre creyó en él.

Lo vivido en “El Fortín de Las Morochas”, es una alegría que trasciende lo deportivo. Diego, con su humildad, entrega y conocimiento, le devolvió al equipo y a su gente algo que parecía perdido: la ilusión.  Anoche, no solo ganó un equipo, ganó una familia. Y en el centro de esa familia estuvo Diego, el hijo de Las Morochas, que demostró que el amor por los colores siempre puede cambiar la historia.


Víctor A. Rivera

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