Hace unos días el gobierno nacional confirmó el veto al financiamiento de las universidades públicas argumentando que le provocaría al gobierno un problema en las cuentas públicas que no puede resolver.
El Presidente ha dicho además que las universidades destinan fondos a objetivos ajenos a su funcionamiento, entonces yo me pregunto quién es el responsable de controlar el destino de los fondos públicos sino el propio gobierno. ¿Por qué en lugar de vetar los fondos para las universidades, no lleva adelante un plan para controlar adónde van los recursos del estado, a través de un programa de rendición de cuentas de cada universidad, y de esa manera poder identificar el uso de los mismos?
¿O no será que lo que se pretende con este veto es desfinanciar a todas las universidades públicas sin tener en cuenta las que lo utilizaron correctamente de aquellas que no lo hicieron?
Creo que estas medidas apuntan al deterioro de la universidad pública y provocarán, de sostenerse en el tiempo, la decadencia del sistema público de la enseñanza universitaria por el éxodo de los docentes más calificados y la falta de recursos para el mantenimiento de las instituciones.
Entonces me pregunto ¿a quién beneficia este plan del gobierno?, y claramente señalo a las universidades privadas, que serán las receptoras de aquellos estudiantes con posibilidades y recursos para hacerlo, quedando afuera del sistema los que menos recursos tienen, marcando una clara discriminación en la sociedad.
¿Es esto lo que propone el gobierno? ¿Que nos transformemos en un país donde claramente se discrimine a la sociedad por clases sociales y se aliente el acceso a la educación de las clases sociales más altas? ¿Es esta la ideología de libertad que propone el gobierno donde no se da la misma posibilidad de acceso a una educación a todos aquellos que quieran hacerlo sin distinción de clases sociales?
Estoy seguro de que muchos de los que eligieron este gobierno no piensan de esta manera, por lo tanto, el gobierno debe tomar nota de esto, de que está entrando en un camino que lo puede llevar a una derrota electoral el año próximo. Todavía está a tiempo de corregir los pasos a seguir.
Los argentinos no queremos una sociedad fragmentada por clases sociales, eso quedó en el pasado y justamente la universidad pública ayudó a que eso pasara.
El gobierno comete un error al considerar a más de setenta universidades en las mismas condiciones. Seguramente debe haber muchas que hicieron bien las cosas.
Le pido al gobierno que recapacite y evite que la educación sea motivo de una separación aún mayor de las clases sociales, generando una muerte lenta de la universidad pública.
Sin presupuesto adecuado, no hay universidad pública de calidad.
Aldo García López.
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