Lejos de Máximo Kirchner, Kicillof arma su línea de resistencia con las dos CTA y los movimientos sociales

Lejos de Máximo Kirchner, Kicillof arma su línea de resistencia con las dos CTA y los movimientos sociales

El gobernador bonaerense impulsa una multisectorial con plenarios abiertos en múltiples localidades de la provincia. El martes habrá un encuentro en La Plata. Asoma como el líder opositor.

Lejos de la zona de influencia de Máximo Kirchner, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, impulsa un armado de amplio volumen político con base en las dos CTA y los movimientos sociales cercanos a Juan Grabois.

Se trata de una herramienta de movilización política transversal, con una lógica asamblearia de funcionamiento denominada Multisectorial PBA. Con este instrumento, el mandatario kirchnerista busca agrupar fuerzas y sumar masa crítica para la resistencia al Gobierno de Javier Milei.

Con Cristina Kirchner en un segundo plano, alejada de la función pública por decisión propia, Kicillof asoma como el heredero natural para liderar la oposición y es el punto máximo de acumulación política en contra de las políticas de La Libertad Avanza.

El otro líder del peronismo que quedó en pie tras la debacle de la experiencia fallida del Frente de Todos es Sergio Massa, pero el jefe del Frente Renovador bajó el perfil tras la derrota electoral en el balotaje y mide los tiempos para volver al ruedo, esperando que aquellos peligros que advirtió durante la campaña se hagan realidad. En otras palabras, que el tiempo le de la razón y sea la llamada para volver al centro del ring.

Mientras tanto, Kicillof aprovecha para ocupar la centralidad del tablero, por ahora únicamente en la provincia de Buenos Aires como teatro de operaciones, pero con la potencialidad de proyectarse más allá de las fronteras del distrito más importante del país. 

Su nivel de conocimiento a nivel nacional, y el avasallante 45% de votos lo ponen al gobernador primero en la línea de largada del peronismo. Después se verá hasta dónde puede llegar en una carrera de largo aliento que tiene al 2027 como meta.

“Fue una decisión del gobernador Kicillof convocar a las multisectoriales bajo la comprensión y el entendimiento de que esta discusión sobre qué modelo de país y de qué manera queremos vivir los argentinos no puede ser ni partidaria ni electoralista. El gobernador ha entendido con mucha claridad que necesitamos convocar actores sociales”, dijo este lunes el ministro de Infraestructura bonaerense, Gabriel Katopodis.

En el armado trabajan con papeles clave el líder de Suteba, Roberto Baradel, y el de ATE, Oscar de Isasi. También intendentes del primer anillo de confianza del gobernador como Mario Secco (Ensenada) y Jorge Ferraresi (Avellaneda).

El martes que viene la Multisectorial hará un plenario abierto en la plaza Belgrano de La Plata, que apunta a ser el kilómetro cero del kicillofismo. El intendente Julio Alak, que fue su ministro de Justicia en el primer mandato, será de la partida. 

“Las dos CTA y UTEP, invitan a la CGT regional y a los tres intendentes de la región (La Plata, Berisso y Ensenada) y a organizaciones civiles en general a un plenario abierto el día martes”, es el mensaje que se diseminó entre la dirigencia de los distintos espacios del peronismo que no se referencian necesariamente con el Partido Justicialista bonaerense que lidera Máximo Kirchner.

El mismo martes habrá otro encuentro más reducido en San Miguel, y el miércoles en Patagones. El jueves la Multisectorial seguirá su camino en los populosos distritos de La Matanza, Avellaneda y Moreno. Y hay actos agendados en San Martín, Mar del Plata, Bahía Blanca, San Martín, Olavarría, Tres Arroyos, Esteban Echeverría, Baradero, Hurlingham y Pehuajó. Ya hubieron mitines en Quilmes, Lanús y Ensenada, distritos gobernados por alcaldes K.

Luego de las elecciones, varios referentes del peronismo le sugieren a Kicillof que agarre las riendas del Partido Justicialista, ya sea a nivel nacional o su brazo bonaerense. 

Por ahora, no es un plato del apetito del gobernador, que no quiere sacrificar parte del tiempo que le dedica a la gestión. El tiempo dirá si las necesidades políticas lo hacen recalcular.

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