Todo sobre el "ChocolateGate", el escándalo que sacude a la política de la provincia de Buenos Aires

Todo sobre el "ChocolateGate", el escándalo que sacude a la política de la provincia de Buenos Aires

El escándalo por el fallo que decretó la nulidad de la causa contra Julio Segundo "Chocolate" Rigau esconde un entramado de negociados y empleados "fantasmas" de la Legislatura bonaerense que donan su salario solidariamente.

El indigente que dormía dentro del Banco Provincia ubicado en calle 7 y 54 de la ciudad de La Plata nunca se imaginó que los extraños movimientos que denunció a un policía de la de la cuadra derivaría en un escándalo mayúsculo que compromete a gran parte de la política del distrito más populoso del país. Julio Segundo "Chocolate" Rigau tenía 49 tarjetas de débito en su haber cuando estaba frente a un cajero automático en el que había llegado a extraer 1 millón de pesos.

"Chocolate" fue detenido en el momento por el delito de "malversación de fondos públicos". Manejaba 27 millones de pesos por mes, o sea, 350 millones de pesos al año. Le cobraba el sueldo a 50 asesores de la Legislatura Bonaerense de distintos partidos políticos. Rigau tenía en su poder las tarjetas de débito de dos familiares y la propia ya que se desempeñaba como electricista aunque, según las fuentes consultadas en la legislatura provincial, "nunca lo vimos cambiar una lamparita". En el barrio La Granja, Rigau mantenía un comedor comunitario que recibe un subsidio del Ministerio de Desarrollo Social y tenía su casa particular. Humilde por fuera, dentro de la morada, "Chocolate" había reformado la propiedad y levantado un flamante quincho con parrilla incluida.

En La Plata a "Chocolate" lo vinculan con la política peronista pues su padrino político sería el concejal Facundo Albini, hijo de Claudio Albini, ex Director de Personal de la Legislatura Bonaerense. Rigau logró la excarcelación en tiempo récord gracias a la defensa del estudio legal Gascón Cotti, el más prestigioso de la ciudad. Los abogados defensores de "Chocolate" lograron que la causa se cierre abruptamente gracias al fallo de los camaristas Juan Benavides y Alejandro Villordo de la Sala III que no fueron acompañados en su voto por Fernando Mateos.

En el breve período que la justicia investigó a "Chocolate", 16 testigos que declararon en la causa se pusieron de acuerdo. Todos afirmaron que le donaban su ingreso en la Legislatura a Rigau por tareas solidarias: Había que mantener la Copa de Leche del barrio La Granja.

En el momento de su detención, Rigau tenía 48 tarjetas de otros empleados de la legislatura y su tarjeta personal.

La Patria es el Otro. No son únicamente solidarios son los titulares de las tarjetas de débito que tenía en su poder, el electricista "Chocolate". A partir de una información dada a conocer por Carlos Pagni, sería el ex intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde el que estaría dispuesto a entregarle más de 20 millones de dólares a su ex pareja para separarse de una manera pacífica.

Para los camaristas que exculparon a "Chocolate", el electricista debía recuperar la libertad pues se había violado su intimidad al ser requisado por un "mero estereotipo". O sea, al ser morocho, según la justicia de la provincia de Buenos Aires, no se lo podía requisar aunque estuviese cometiendo un delito in fraganti. Son los mismos camaristas que sobreseyeron a Daniel Osvaldo Scioli de la causa por lavado de activos tras una denuncia de Elisa Carrió y que no dijo nada cuando el ministro de Seguridad, Sergio Berni, ordenó requisar a pasajeros de colectivos en el conurbano bonaerense para averiguar sus antecedentes.

Detrás de "Chocolate" existe un gran negocio de la política de la provincia de Buenos Aires por la que sus legisladores contratan decenas de asesores que no cumplen funciones. Los ñoquis aceptan donar sus sueldos a cambio de garantizarse aportes jubilatorios y una obra social. Sus sueldos alcanzan los 600 mil pesosHasta el insólito fallo de los camaristas de la Sala III, la justicia pensaba citar a declarar a Carlos "Cuto" Moreno -mano derecha de Máximo Kirchner, y a Federico Otermín.

Por ahora, el escándalo se tapó y Rigau no se quebró. Ningún legislador provincial dijo nada. Existe un pacto de silencio.

Chocolate por la noticia.

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