Aplaudo los homenajes al artista Víctor Grippo y la importancia de dar a conocer su figura y su amplia trayectoria, pero ¿es necesario cambiarle el nombre al Museo de Arte Contemporáneo Argentino (MACA), que se fundó con la donación de obras de amigos del artista Héctor Cartier y en su homenaje?
La sala superior del MACA lleva el nombre de Víctor Grippo, la Escuela de Educación Estética lleva el nombre de Víctor Grippo, la biblioteca de la Escuela de Arte Xul Solar lleva el nombre de Víctor Grippo. Y podrían realizarse muchas denominaciones más…
¿No hay otras ideas? ¿No pueden crear otro espacio de arte? ¿Ponerle su nombre a una calle de un Junín que crece constantemente? ¿Denominar una nueva plaza? Etc, etc, etc.
Insisto: ¿Es necesario? Desestimar, desconocer, dar por tierra la labor de quienes pensaron y crearon este museo, incluyendo la figura del maestro César López Osornio, entre otras.
Me dijeron: Cartier no nació en Junín (Xul Solar, tampoco. Y moriría de pena si le cambiasen el nombre a la escuela). Falta firmar una ordenanza o algo así (acaso la burocracia debe imponerse al sentido común).
Por respeto a quienes trabajaron tanto, es mi deseo que el Gobierno de Junín reflexione, investigue y preserve la historia de nuestras instituciones.
Rosana Guardia
DNI 16.804.150
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